Benjamin Earwicker en Stock.xchng

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Un chiste que generaría una carcajada en él, podría sólo hacer esbozar una pequeña sonrisa a ella. Así lo han determinado especialistas de la Universidad de Navarra, quienes descrubrieron que la población masculina y femenina siguen estrategias cerebrales distintas a la hora del humor.

Mientras los hombres ríen de situaciones ilógicas, las mujeres necesitan que algo sea muy gracioso para despertar sus emociones, es la conclusión del estudio que se basó en un punto de vista biológico e investigó qué pasa en nuestro cerebro desde el momento en que nos cuentan un chiste hasta que nos reímos.

En este sentido, lo primero que sucede es que con la corteza cerebral procesamos las palabras y nos damos cuenta de algo es absurdo. Luego, actúa la zona sentimental y ahí es cuando lo gracioso nos provoca una emoción placentera, al entrar en juego la dopamina, conocida también como “la hormona de la felicidad”.

Es ésta última la que activa el sistema de recompensa en el núcleo accumbens, enviándose señales de felicidad a la corteza prefrontal, la que genera la reacción eufórica, es decir, la carcajada.

Es así como los chistes que más causan risa son aquellos que recrean situaciones absurdas. En el caso de las mujeres, éstas utilizan más áreas cerebrales e integran más la parte emocional. Asimismo, la mayor activación en la región prefrontal del cerebro en “ellas” sugieren que usan más la memoria a corto plazo cuando procesan “la coherencia, el giro mental, la abstracción verbal, la atención autodirigida y el análisis de lo relevante”, explica Natalia López Moratalla en declaraciones recogidas por ABC.

“Aunque los puntos de partida y llegada coincidan, las mujeres emplean más estaciones e implican mayor recorrido. Tanto en ellos como en ellas captar lo absurdo hunde sus raíces en la capacidad específicamente humana del cerebro ejecutivo de almacenar, manipular y comparar elementos interdependientes”, señala.

Cabe destacar, que el humor es biológicamente sano, ya que sirve para combatir el estrés y ayuda a nuestro sistema inmune. Las personas más “alegres”, sufren menos infartos, tienen dientes con menos problemas y viven casi 5 años más. Es más, la recomendación de los expertos es reírse al menos 15 minutos diarios.

La investigación fue resumida en un vídeo que está disponible en Youtube, cuyos autores son Natalia López Moratalla, catedrática de Bioquímica y Biología Molecular; Carlos Bernar, especialista en Comunicación Audiovisual y Enrique Sueiro, experto en Comunicación Biomédica.

El clip denominado “Los secretos de tu cerebro” y que es parte de un proyecto de la Universidad de Navarra, recopila investigaciones del Laboratorio de la Risa del experto británico Richard Wiseman, además de artículos publicados en revistas científicas como “Nature Neuroscience” y “Proceedings”.