Más de 190 países reunidos en la Conferencia del clima de la ONU en Cancún (México) aprobaron en la madrugada del sábado, con la objeción de Bolivia, los acuerdos contra el cambio climático, que incluyen un paquete de medidas y un Fondo Verde para ayudar a los países en desarrollo.
En medio de ovaciones y emocionados aplausos, y tras dos semanas de pesadas reuniones, la presidenta de la conferencia, la mexicana Patricia Espinosa, proclamó hacia las tres de la madrugada la aprobación de los documentos.
Bolivia fue el único país que se opuso, alegando que los documentos no responden a las necesidades de la lucha contra el calentamiento global del planeta y que tampoco acogen las propuestas de la conferencia de los pueblos organizada en su país en abril.
“Acaba de romper las reglas (…) La regla para la adopción -de los documentos- es el consenso”, le objetó el negociador boliviano, Pablo Solón, a la presidenta de la conferencia.
“La regla del consenso no significa la unanimidad, ni mucho menos la posibilidad de que una delegación pueda pretender imponer un derecho de veto sobre la voluntad que con tanto trabajo hemos alcanzado” 193 países, le respondió tajante Espinosa.
Los documentos aprobados por la Conferencia del Clima crean el Fondo Verde Climático, para administrar la ayuda financiera de los países ricos a los más desfavorecidos.
Hasta ahora, la Unión Europea, Japón y Estados Unidos prometieron aportaciones, que deberán crecer hasta alcanzar los 100.000 millones de dólares anuales en 2020.
También fue comprometida una ayuda inmediata de 30.000 millones de dólares, parte de un fondo a corto plazo.
En el paquete de medidas de lucha contra el clima aprobado por la conferencia, consta también un mecanismo de protección de los bosques tropicales del planeta, cuya masiva deforestación provoca el 20% de las emisiones de gases de efecto invernadero en el mundo.
La conferencia de Cancún consiguió superar fuertes escollos de posiciones que parecían irreductibles entre países ricos y emergentes, así como el fantasma de la conferencia de 2009 en Copenhague, que no llenó las enormes expectativas levantadas por falta de consenso entre los países.