Miles de argentinos con cirios, banderas y ramos de flores asistían este jueves al velatorio del ex presidente y líder peronista Néstor Kirchner, a la vez que daban muestras de apoyo al gobierno de su viuda, la presidenta Cristina Kirchner, con mandato hasta 2011.

Centenares de jóvenes militantes permanecieron toda la noche en vigilia en la Plaza de Mayo, frente a la sede del gobierno, y comenzaron a formar una fila para asegurarse el ingreso al velatorio del hombre fuerte de Argentina, que se iniciaba a las 10:00 horas locales en la Casa Rosada.

La capilla ardiente se ubicó en el Salón de los Patriotas Latinoamericanos, donde rodeaban el féretro las imágenes de los ex presidentes Juan Perón de Argentina y Salvador Allende de Chile y del guerrillero Ernesto ‘Che’ Guevara, entre otros.

Los presidentes de la Unasur, de la que Kirchner (60 años) era su secretario general, comenzaban a llegar la mañana del jueves a Buenos Aires para participar de las exequias.

Rodeada de vallas y en medio de un fuerte operativo de seguridad, la Plaza de Mayo amaneció el jueves tapizada con mensajes que no habían encontrado lugar en la verja frente a la Casa Rosada también llena de flores y carteles.

“Fuerza presidenta. Te necesitamos más que nunca. Estamos con vos”, decían misivas dejadas por decenas de miles de conmovidos argentinos que se congregaron la noche del miércoles espontáneamente para respaldar a la jefa de Estado, cuando aún se encontraba en El Calafate, 2.700 km al sur.

Kirchner, quien este año había sido intervenido dos veces por sendas obstrucciones cardiovasculares, falleció el miércoles de un paro cardiorrespiratorio en El Calafate, donde estaba con su mujer en la residencia familiar.

Los restos del ex mandatario llegaron la madrugada del jueves a Buenos Aires para el velatorio y luego regresarán a la patagónica Santa Cruz, su provincia natal, donde serán inhumados en un cementerio municipal.

“No vamos a claudicar”, “Siempre con Cristina y Néstor”, señalaban banderas enarboladas por militantes peronistas.

La central obrera CGT, el principal apoyo del gobierno, convocó a una movilización este jueves en la histórica Plaza de Mayo para decirle adiós al líder del gobernante partido Justicialista (peronismo), a quien defendían como heredero del tres veces presidente Juan Perón.

“Después de (Juan) Perón y Eva (Duarte de Perón) viene Néstor Kirchher, sin ninguna duda”, dijo el poderoso líder cegetista, Hugo Moyano al dar su respaldo a la mandataria.

Los sindicalistas van “a poner toda la fuerza para que la Presidenta siga con este modelo económico”, marcado por el impulso a la industria y al mercado interno, agregó Moyano.

El deceso de Kirchner conmovió a los argentinos que se preguntan cómo será el futuro sin el hombre fuerte, que conformaba con la presidenta una férrea sociedad conyugal y política que prácticamente co-gobernaba en Argentina.

A la presidenta “hoy le falta un pedacito, las cosas no son fáciles, pero ella va a encontrar la forma de que esta muerte no sea en vano”, dijo el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández.

Los Kirchner, padres de Máximo (32) y Florencia (19), se conocieron cuando estudiaban abogacía y militaban en el ala izquierda del peronismo en la Universidad de La Plata (60 km al sur de Buenos Aires) en los álgidos años 70.

El ex mandatario, de carácter irascible, personalista e implacable con sus adversarios y que dividía aguas entre los argentinos, era uno de los potenciales presidenciables para 2011, aunque el oficialismo mantenía en suspenso la nominación del candidato.

Rebelde por naturaleza, el también diputado nacional y secretario general de Unasur desafió a los mercados, saldó en un pago la deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para evitar su control y puso en pie a un país que en 2003 recibió desvastado por la mayor crisis económica de la historia.

Otro hito de su gobierno fue el impulso que dio a los juicios contra los criminales de la dictadura (1976/83).

Desde la asunción de su esposa en 2007, la pelea sin cuartel contra los grandes grupos mediáticos se había transformado en una de las principales banderas de lucha del matrimonio .