El Partido Comunista (PC) organizó un acto este sábado, en que ofreció un caldillo a sus invitados, entre ellos los senadores del PPD, Guido Girardi y Ricardo Lagos Weber, para celebrar la recuperación de su sede ubicada en San Pablo 2271, tras casi 10 años, desde cuando la entidad política fue desalojada del inmueble por Carabineros el 28 de noviembre de 2001.

Durante el acto, en una pantalla fueron retransmitidas imágenes de televisión recordando lo ocurrido ese día cuando los dirigentes del PC, entre estos la fallecida ex secretaría general de la colectividad, Gladys Marín, fueron sacados violentamente y detenidos por carabineros a raíz de un juicio respecto a la propiedad del inmueble, lo que originó que el director de la institución uniformada para ese momento, general Alberto Cienfuegos, pidiera disculpas al partido por lo ocurrido.

En la ceremonia explicaron que fueron 10 años en que lidiaron con la justicia por la propiedad de la sede, situación que se originó debido a que dirigentes del partido compraron el inmueble al principio del régimen militar, y por el hecho que para ese momento estaban prohibidos los partidos, la sede la entregaron a un ‘dueño’ que no era tal sino que simulando que se le pagaba un arriendo.

El secretario general del PC, diputado Lautaro Carmona, dijo que “ese ‘dueño’ se creyó el cuento y se hizo dueño de verdad usurpando el local y lo hipotecó e hizo una presentación ante un banco y efectuó un juicio por arriendo. Nosotros fuimos desalojados de aquí por no pago de arriendo, pero malamente podíamos pagar arriendo si el local era nuestro. Al final el juicio lo ganamos porque demostramos que había existido una simulación de dueño”.

“Se demostró que un partido como el nuestro, igual que todos los partidos para ese momento, no podían tener nombre propio bajo dictadura porque eran ilegalizados, eran clandestinos, por tanto no nos podían pedir que tuviéramos títulos a nuestro nombre”, expresó el diputado.

Por su parte, el presidente del PC, diputado Guillermo Teillier sostuvo que la recuperación de la sede significa “una gran alegría, porque fue una batalla de muchos años para su recuperación”.

“Lo pasamos muy mal cuando nos echaron de aquí, nos agredieron, atentaron contra nuestra dignidad, contra nuestros derechos, nos llevaron presos con Gladys (Marín) a la cabeza, pero finalmente la justicia ha dicho que efectivamente este local es nuestro”, dijo Teillier.

Agregó que “hubo muchos compañeros que se sacrificaron por un local que fue adquirido en la clandestinidad e ilegalidad por los peligros que traía, pero ahora podremos levantar el nombre de ellos con mucha más fuerza con el convencimiento que lo que hacemos es justo”, añadió el diputado.

Durante el acto, descubrieron una placa de cobre en que figuran palabras de Gladys Marín, el día en que fueron desalojados en 2001, y los nombres de los dirigentes que durante la clandestinidad hicieron las gestiones para la compra del local.