Las autoridades haitianas y las organizaciones humanitarias se encontraban el viernes en estado de “alerta máxima” para intentar controlar la epidemia de cólera que mató a al menos 135 personas en los últimas días en el norte del país.

La aparición de la enfermedad fue confirmada el viernes de mañana por el ministro de Salud haitiano, Alex Larsen, quien indicó que se trata del tipo “01″ de cólera, “el más peligroso”, y que está en el origen de la mayoría de los brotes de cólera en el mundo, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

“Nos encontramos en estado de emergencia sanitaria, se trata de un nuevo mal que afecta el país que nunca había conocido esta enfermedad en el pasado”, declaró el ministro.

Larsen realizó el anuncio tras una reunión del comité de crisis con el presidente de Haití, René Préval. El brote de la enfermedad fue localizado en el departamento de Artibonite y en el río homónimo que cruza el centro rural de Haití y que utilizan miles de personas para sus actividades diarias como lavar y cocinar.

“Esta epidemia probablemente se extenderá, dada nuestra experiencia en el cólera, sobre todo en una población que no tiene verdadera inmunidad natural puesto que nunca antes fue expuesta a esta infección”, dijo Jon Andrus, director adjunto de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), rama de la OMS, en conferencia de prensa en Washington.

“Por eso, esperamos que (la epidemia) se vuelva más importante”, añadió.

Tras el sismo que dejó más de 250.000 muertos y más de un millón de personas sin techo en Puerto Príncipe y su región, las ONG habían expresado temor por la posible aparición de epidemias dadas las malas condiciones sanitarias en que viven cientos de miles de personas desde el terremoto, a lo que se suma el difícil acceso al agua potable.

“Esta no es un área directamente afectada por el terremoto del 12 de enero, pero nos preocupa la velocidad con la que se ha extendido el brote”, dijo la Cruz Roja estadounidense, que trabaja con las autoridades de salud haitianas.

“La sospecha es que la fuente es el agua contaminada del río, dado que la mayoría de los casos se dieron en un área que se extiende desde el centro-norte al noroeste de Haití a lo largo del río Artibonite. Se instauró un cordón sanitario alrededor de la región afectada para tratar de contener la expansión de la enfermedad”, añadió.

La movilización de la población en los campamentos de desplazados, factor de propagación del cólera, es la mayor preocupación de las autoridades haitianas.

“Es alerta máxima, debemos mantenernos movilizados las 24 horas para hacer frente a esta situación”, declaró el presidente de la Asociación Médica de Haití, Claude Suréna.

En la región afectada, los hospitales se encuentran desbordados por la afluencia de pacientes y la carencia tanto de personal médico como de medicamentos.

Muchos enfermos son tratados en el suelo, como por ejemplo en el hospital San Nicolás de Saint-Marc, un pueblo situado 96 km al norte de Puerto Príncipe.

“Los pacientes siguen llegando y no tenemos espacio suficiente para recibirlos”, dijo Raoul Voncent, jefe de la unidad médica del departamento de Artibonite.

Según la radio local, los enfermos mueren en las zonas remotas, incluso antes de llegar a los centros de salud.

El cólera es una enfermedad altamente contagiosa que puede matar en cuestión de horas, y cuya propagación se ve facilitada por las averías de la red cloacal y la falta de atención de salud y de higiene.