5 finalistas, echados sobre canapés y con máscaras opacas sobre los ojos, luchaban este jueves por ganar el primer campeonato nacional español de siesta, organizado desde el 14 de octubre en un centro comercial del sur de Madrid.

Jocilyn Pope en Stock.xchng

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Al término de nueve días de competición, los organizadores designarán el sábado al ganador, que se llevará un cheque de 1.000 euros (poco más de 670.000 pesos chilenos) y el título de campeón en esta disciplina conocida como el deporte nacional de España.

2 días antes de la final seguían llegando nuevos participantes al centro comercial Islazul, donde fueron instalados cinco canapés sobre los cuales no tienen derecho a permanecer más de veinte minutos.

Ante la mirada de los curiosos los concursantes son calificados en base “a la originalidad en el vestuario, el ronquido y la postura original”, señala Alvaro Vidal, portavoz de la Asociación Nacional de Amigos de la Siesta (AMAS).

“En la epoca moderna, la tradición española de la siesta se está perdiendo”, explica Vidal.

“Aproximadamente, han participado 50 personas al día”, añade, confesando que al convocar a este campeonato “teníamos un poco de miedo al ridículo”.