La intendenta de Bío-Bío, Jacqueline Van Rysselberghe, se refirió por primera vez a la situación que afecta a su marido, Mauricio Pavez, quien se adjudicó un fundo perteneciente a la empresa Hera Bío-Bío en un polémico remate, donde él fue el único oferente.

Foto: Rafa Calero en Flickr

Foto: Rafa Calero en Flickr

La máxima autoridad de la Región señaló que la única importancia que se le ha dado a este juicio, es que uno de los involucrados es su esposo. “Lo que él hizo fue asistir a una subasta y rematar de acuerdo al precio que entregó el juez, pero esto se está discutiendo en tribunales”, manifestó.

Van Rysselberghe fue enfática en que no hubo utilización de información reservada ni maniobras irregulares para adquirir el fundo, sino que se realizó dentro de las reglas del juego.

Además, dijo que no hablará más de este tema e indicó que se busca enlodar la imagen de su marido, a quien calificó como una bellísima persona, “es algo que no corresponde, es una bajeza lo que se está haciendo con él”, aseguró.

“Él está pagando el costo de ser el esposo de la Intendenta de Bío-Bío”, puntualizó y agregó que si no fuera su marido el involucrado ni siquiera saldría en los medios de comunicación.

Recordemos que el predio en cuestión quedó en manos de Mauricio Pávez, por 21 millones de pesos, a pesar de que el avalúo fiscal era de 28 millones y el costo comercial superaba los 300 millones de pesos.

Además, se cuestionó que el remate se realizara por una deuda de 500 mil pesos de Hera con el abogado Mario Boero y que la notificación no se realizara a todos los abogados de la empresa, la cual tenía permiso para construir un relleno sanitario en las tierras del sector Rafael.