Tratos discriminatorios y privilegios para algunos damnificados en desmedro de otros, reclaman habitantes de campamentos de Chiguayante.

Aldea

Imagen: Rodrigo Cáceres

La acusación de los vecinos de la Aldea número 2, de las 10 que se levantan en las canchas de fútbol a un costado del río Bío-Bío, en la Población Villa Futuro de Chiguayante, apunta directamente a Pedro Contreras, hombre de confianza de la intendenta Jacqueline Van Rysselberghe.

Aparte de ser acusado por aquellos que lo perdieron todo tras el terremoto del 27 de febrero de proporcionar viviendas de emergencia a habitantes de otras localidades, se suman los malos tratos que, incluso, asegura Orieta Zapata, coordinadora del campamento, han llegado a los insultos y tratos humillantes.

El concejal del municipio de Chiguayante, Ricardo Jelves, también criticó el negligente, según dijo, actuar del representante del Gobierno Regional, quien les habría expresado que no se entregarán más mediaguas pese a la necesidad de más de trescientas familias.

Según Jelves, son 250 las familias que necesitan una solución de emergencia a la brevedad, restando 100 que serán pedidas directamente a la autoridad central, junto con manifestar su molestia por el trato del encargado de coordinar el bienestar de las personas que tanto han sufrido.