El australiano Julian Assange, fundador del sitio WikiLeaks que difundió miles de documentos militares secretos sobre la guerra en Afganistán, dijo que no temía “ser detenido”, según una entrevista publicada el jueves por el diario El País.

Julian Assange | csmonitor.com

Julian Assange | csmonitor.com

“No tengo problemas ni temo ser detenido”, dijo Assange después de publicar el domingo en su página miles de documentos confidenciales que se referían sobre todo a las pérdidas civiles en Afganistán.

El Pentágono criticó vivamente la difusión de esos archivos secretos, afirmando que ponían en peligro la vida de los informantes afganos y amenazaban a los trabajos de información en ese país.

El presidente norteamericano Barack Obama se declaró “inquieto” por semejante filtración, capaz de “amenazar a personas u operaciones” en ese campo de acción.

“Estábamos preparados para una reacción de este tipo. Es de esperar que quieran distraer a la gente de sus responsabilidades en esta cuestión. Es serio”, comentó Assange en las páginas de El País, según sus declaraciones telefónicas desde Londres traducidas al español.

Este informático australiano, hoy reconvertido al periodismo, destaca que “nuestra única motivación es el servicio público, y ser conscientes de que tenemos que ofrecer historias relevantes, que influyan en las personas”.

Asimismo destacó que la información difundida el domingo “viene de dentro de Pakistán y Afganistán”.

“Los informadores tienen relación con unidades del campo de batalla y con las embajadas. Hay toda una serie de razones para que ofrezcan su información. Primero: por dinero. Segundo: por interés personal, por aprovecharse de algo. Tercero: para que se sepa la verdad”, explicó.

La página internet WikiLeaks, creada en 2006 y especializada en la información, difundió el domingo casi 92 mil archivos secretos sobre la guerra en Afganistán, con revelaciones sobre todo de las víctimas civiles y los supuestos lazos entre Pakistán y los insurgentes.

En mayo pasado, a Assange le fue confiscado brevemente su pasaporte por las autoridades australianas y, según él, sus abogados le recomendaron en junio no entrar en Estados Unidos.