La campaña electoral en Brasil se tiñó de polémica con una referencia del candidato opositor socialdemócrata, José Serra, a la relación de la guerrilla colombiana de las FARC con el gobernante Partido de los Trabajadores (PT) del presidente Luiz Inacio Lula Da Silva.

“Las vinculaciones del PT con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, eso todo el mundo lo sabe”, dijo Serra el lunes, citado por la prensa local.

Serra estaba secundando la polémica declaración que había hecho su compañero de fórmula, el conservador Indio da Costa, candidato a la Vicepresidencia, quien había dicho que “el PT está vinculado a las FARC, vinculado al narcotráfico”.

Aun así, Serra retiró la vinculación al narcotráfico al afirmar que “las FARC son una fuerza vinculada al narcotráfico. Eso no significa que el PT haga narcotráfico”.

El presidente del PT, José Eduardo Dutra, notificó a la corte suprema brasileña de las acusaciones y anunció que llevará ante la justicia al candidato y a su Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) por difamación e injuria.

“Consideramos las acusaciones gravísimas”, dijo Dutra.

La candidata de Lula a sucederlo, Dilma Rousseff, del PT, acusó a sus rivales de bajar el nivel de la campaña. Rousseff y Serra lideran las encuestas para las presidenciales de octubre en Brasil.

El Partido de los Trabajadores (PT) fundó en 1990 el Foro de Sao Paulo, una organización que agrupaba a las organizaciones de izquierda de América Latina y que también acogió a grupos armados como las FARC y la otra guerrilla colombiana, el Ejército de Liberación Nacional (ELN).

En 2005, con Lula en el poder, y en una reunión conmemorativa de sus 15 años realizada en la ciudad que lo vio nacer, el Foro de Sao Paulo decidió limitar el acceso solo a partidos legales, dejando fuera a las guerrillas.