Niños de hasta tan sólo 9 años participaron en Belfast en la tercera noche de enfrentamientos entre jóvenes republicanos católicos opuestos al proceso de paz en Irlanda del Norte y las fuerzas del orden, durante las tradicionales marchas protestantes de julio.

Disturbios en Irlanda

Disturbios en Irlanda | diariocordoba.com/

Los niños figuraban entre los centenares de personas que tomaron durante la noche del martes las calles del barrio de Ardoyne, en el norte de Belfast, en una nueva manifestación de violencia durante las marchas orangistas anuales, que cada año dan lugar a incidentes de mayor o menor intensidad en el Ulster.

El jefe del gobierno regional, el protestante Peter Robinson, y su número dos, el católico Martin McGuinness, que pidieron calma a la población, debían evaluar la situación con el jefe de la policía norirlandesa, Matt Bagott.

Las autoridades responsabilizan a un grupo de jóvenes radicales por los disturbios, que Baggott describió esta semana como “recreativos pero con un toque siniestro”. Testigos destacaron también la participación de niños.

“Anoche tuve que enfrentarme a un niño de nueve años”, declaró el padre Gary Donegan, cura de una parroquia del barrio, a la radio BBC, diciendo que tuvo que “arrancar físicamente piedras de las manos de niños”.

“En un momento parecía la pasarela de Milán”, declaró. “Era ridículo. Había chicas con sombrillas… era un poco como el parque de atracciones Euro Disney sobre disturbios”, agregó.

Los niños nunca habían participado antes en la violencia incluso en la época más dura de los años 1970 y 1980, dijo el cura.

El jefe de la policía también mencionó que había visto niños tan pequeños como de ocho años.

El representante local del partido católico Sinn Feinn, Gerard McCabe, dijo que los culpables eran los miembros de un “grupo antisocial empeñado en torturar a la comunidad”.

La prensa indicó que se efectuaron seis disparos contra las fuerzas del orden en Ardoyne, que la policía está investigando, y que los alborotadores les tiraron también piedras, cócteles molotov y botellas.

La policía respondió con cañones de agua, pero no se señaló ningún herido entre los agentes, aunque un total 82 sufrieron lesiones durante las dos noches de disturbios anteriores, según las autoridades.

El primer ministro británico, David Cameron, condenó la violencia “inaceptable” en una declaración este miércoles en la Cámara de los Comunes, pero elogió la labor policial.

Los protestantes orangistas desfilan cada año en el Ulster en la semana del 12 de julio para conmemorar la victoria ese día en 1690 del rey protestante Guillermo de Orange sobre el católicio Jacobo II en la batalla del Boyne.

La provincia británica vivió tres décadas de violencia política entre separatistas católicos, partidarios de la unión con la República de Irlanda, y protestantes unionistas leales al Reino Unido, que dejaron más de 3.500 muertos y terminaron con los acuerdos del Viernes Santo de abril de 1998.

El últimos obstáculo que quedaba para la aplicación de este acuerdo fue suprimido en abril pasado con el traspaso a la provincia de las competencias de policía y justicia, pero pese a la relativa calma continúan registrándose en la provincia brotes de violencia esporádica.