Los nueve agentes rusos y una peruana que fueron enviados a Moscú en el marco de un histórico canje de espías con Estados Unidos son retenidos en un recinto especial del servicio secreto ruso, donde son sometidos a interrogatorios, indicó el martes la prensa rusa.

“Desde el aeropuerto (donde aterrizaron el viernes) fueron llevados directamente a Iassenevo (región de Moscú), donde se encuentra el cuartel general del SVR”, el Servicio de Inteligencia Exterior, indicó el diario popular Moskovskii Komsomolets, citando a una fuente del servicio especial.

“Por el momento, los agentes trabajan con especialistas. Están tratando de aclarar la forma en que saltó su cobertura”, señaló dicha fuente.

Según las informaciones de este diario, las diez personas serán puestas en libertad en las próximas semanas si la investigación demuestra que no cometieron faltas graves cuando trabajaban como agentes en Estados Unidos.

“Para aclarar todos los detalles se realizan interrogatorios con diversos tipos de tests, incluyendo al detector de mentiras”, precisó la misma fuente.

“Pero si se descubre que se cometieron errores graves, los espías, los empleados del SVR, podrían ser despedidos”, agregó.

Según las informaciones de este periódico, los teléfonos celulares no funcionan en el edificio donde están retenidos los agentes, que no tienen derecho a salir.