Al parecer, el dicho “la suerte de la fea, la bonita la desea” no se aplica en los tribunales, ya que un reciente estudio concluyó que las personas menos agraciadas son condenadas a penas mucho más severas que quienes son atractivos físicamente.
Aunque parezca ridículo, la investigación de la Universidad de Cornell recogida por Amazings, revela que aquellos que no tienen buena apariencia reciben -como promedio- 22 meses más de cárcel que los lindos cuando son juzgados.
Asimismo, el sondeo indica que hay 2 tipos de jurado (en el caso de la justicia estadounidense): aquellos que reaccionan en forma emocional y que dan sentencias más duras a los feos porque los creen más capaces de cometer crímenes; y los racionales que no se fijan en el atractivo y usan la lógica.
Los primeros tienden a cometer más errores, pues deciden a partir de su intuición considerando aspectos como la raza, el sexo o la apariencia y procesan menos la información.
Para llevar a cabo la investigación, se aplicó una encuesta online a un grupo de voluntarios para ver el grado en que éstas personas procesaban la información, es decir, racional o emocionalmente. Luego se les entregó datos de un acusado, tales como una fotografía, los argumentos para culparlo de un delito y los que demostrarían su inocencia ante un tribunal.