Uruguay planea que en cinco años un 50% de su matriz energética sea una combinación de energías renovables, lo que implica una fuerte apuesta por los parques eólicos y permitiría bajar considerablemente la dependencia del país del petróleo, del que es un importador neto.

Ignorant Walking

Imagen: Ignorant Walking en Flickr

“La meta del gobierno es que para 2015 el 50% de la matriz energética va a ser una combinación de energías renovables”, dijo a la AFP Ramón Méndez, director de Energía del Ministerio de Industria, Energía y Minería.

Actualmente entre 30 y 35% de la matriz energética proviene de energías de este tipo, que abarcan la generación eólica y solar pero también los biocombustibles y biomasa (leña, cáscara de arroz, residuos de la cosecha forestal o de la caña de azúcar).

“Es una meta realista, tenemos 32 líneas de acción para alcanzar ese objetivo”, añadió Méndez, recordando que históricamente en algunas ocasiones el petróleo ha superado el 60% de la matriz primaria del país.

“Estimamos que para 2015 el petróleo andaría un poco por debajo del 40%. Habremos bajado así en relación a los números absurdos del 65% que tuvo en algún momento y la idea es que siga bajando a partir de 2015″, aseguró el jerarca, afirmando que hay en juego una cuestión de “soberanía”.

“Nosotros, que no tenemos combustibles fósiles y que tenemos que importar, hemos llegado a utilizar en años recientes hasta el 40% del dinero que ingresa por las exportaciones uruguayas para compra de petróleo”, dijo Méndez.

Apuntar a las fuentes renovables “nos deja más inmunes a los vaivenes internacionales y decisiones que toman otros”, añadió, explicando que el aumento del uso de energías de fuentes renovables implicaría un ahorro al país “cercano a mil millones de dólares por año, ya en 2015″.

Una de las apuestas del gobierno es la generación eólica. Uruguay cuenta desde 2009 con un parque eólico en el departamento de Maldonado (sureste), con una potencia instalada de 10 Megavatios (MW), que comenzó recientemente su ampliación.

Hay además otros proyectos de inversores privados en proceso de desarrollo, que suman en total una potencia de 45,45 MW y que tienen contratos de venta de energía a la empresa estatal de electricidad UTE.

Méndez adelantó que el objetivo oficial es alcanzar los 500 MW de energía eólica para 2015, para lo cual ya hay procesos de licitación para la instalación de nuevos parques de molinos de viento.

Para Oscar Ferreño, gerente de generación de UTE, la energía eólica tiene “potencial para ser parte fundamental de la solución energética nacional”.

“En una pequeña fracción de nuestro territorio se pueden producir todas las necesidades energéticas de nuestro país”, aseguró, destacando la baja densidad del mercado eléctrico por unidad territorial.

“Es difícil determinar el potencial eólico de Uruguay con exactitud, pero indudablemente es mayor que las necesidades energéticas del sistema eléctrico uruguayo”, dijo Ferreño en el marco de la celebración del primer aniversario de la Asociación Uruguaya de Energía Eólica.

En ese sentido, las conexiones internacionales con Argentina y Brasil serán clave para el intercambio de energía con esos países, estimó.

El proceso de interconexión de energía eléctrica con Brasil ya está en marcha y permitiría el suministro desde ese país en base a carbón.

Otro proyecto del gobierno es la instalación en 2011, junto con Argentina, de una planta de regasificación de gas licuado que abastecería a los dos países. Actualmente el gas representa apenas 2% de la matriz energética uruguaya y la planta permitiría llevarlo a 10% o 12% para 2015.

En total, el gobierno prevé una inversión de 5.000 millones de dólares en energía en los próximos cinco años, de los cuales 1.500 millones se destinarían a energía eólica y biomasa.

Parte de la inversión provendría del Estado y otra parte estaría a cargo de privados.