Una ciudad en Kansas se rebautizó “Google”. Un alcalde de Florida se metió en un tanque lleno de tiburones para impresionar al titán de internet. Baltimore nombró a un “Zar de Google” y decenas de ciudades celebraron el “Día de Google”.
¿Por qué tanto alboroto por el gigante de las búsquedas en internet?
Porque la compañía con sede en California prometió construir una red experimental de banda ancha ultra-rápida y más de 100 pueblos y ciudades a lo largo de todo Estados Unidos están compitiendo para convertirse en el centro de pruebas para el proyecto.
Incluso Seattle, en el estado de Washington (noroeste), que es el feudo de la firma rival Microsoft, apareció en escena y presentó una oferta para la red “Google Fiber”, que ofrecería velocidades de Internet 100 veces más rápidas que las de hoy.
Este viernes venció el plazo para que las comunidades en todo Estados Unidos presentaran sus solicitudes. El ganador será anunciado este año.
Google anunció en febrero que prevé construir una red de 1 Gigabit por segundo en “una o más localidades de prueba”, que servirá a al menos 50.000 personas y potencialmente podría abastecer a hasta 500.000 suscriptores a precios “competitivos”.
La ciudad de Topeka en Kansas (centro) fue la primera que se hizo notar, cuando se rebautizó como “Google, Kansas – Capital mundial de la fibra óptica” durante todo el mes de marzo.
Don Ness, alcalde de Duluth (Minnesota, norte), subió la apuesta de la originalidad al publicar un video en broma en YouTube (que pertenece a Google) donde decreta que los varones primogénitos en la ciudad serán llamado “Google Fiber” y las mujeres primogénitas, “Googlette Fiber”.
Dick Clapp, alcalde de Sarasota (Florida, sureste), aceptó el desafío pero buscó otro estilo: se puso un equipo de buceo y se metió en un tanque de vidrio lleno de tiburones martillo.
Sarasota también siguió el paso de Topeka y renombró parte de la ciudad “Google Island” (isla Google). Su página web, GoogleIsland.net, deja oír una pegadiza canción que habla de los beneficios que la banda ancha ultra rápida llevaría a la comunidad.
Y la alcaldesa de Baltimore (Maryland, este), Stephanie Rawlings-Blake, se tomó el asunto tan seriamente que nombró a un empresario local como “Zar de Google” y le encargó que condujera la candidatura de la ciudad.
Como otras ciudades y pueblos, Baltimore lanzó un sitio web para promover su nominación, así como una página en Facebook, un canal en YouTube y un usuario de Twitter.
En ese sentido Boulder, en Colorado (suroeste), decidió que las redes sociales eran el mejor camino a seguir y urgió a los residentes “a que creen videos, suban comentarios a Twitter continuamente, escriban en sus blogs con frecuencia y cambien el estatus de Facebook cada hora si quieren una velocidad de internet locamente impresionante en Boulder”.
David Greiner, socio de la firma de marketing Steketee Greiner en Michigan (norte), hizo un rastreo de la “conversación en línea” sobre estas candidaturas y elaboró una clasificación de los competidores, basándose en cuánto se habla de ellos en internet: Duluth está a la cabeza en popularidad, seguido de Topeka, Fresno (California, oeste) y Sarasota.
Pero además muchas grandes ciudades de Estados Unidos se sumaron a la carrera. Además de Seattle, compiten Cincinnati (Ohio, norte), Indianápolis (Indiana, norte), Memphis (Tennessee, sureste), Milwaukee (Wisconsin, norte), Nueva Orleans (Luisiana, sur), Filadelfia (Pensilvania, este), Pittsburgh (Pensilvania), Saint Louis (Missouri, centro) y Washington.
No obstante, las grandes podrían perder. Al anunciar su proyecto, Google indicó que se concentraría en comunidades con servicios reducidos de internet “o que no tengan servicio para nada”.