Arrestado de manera preventiva quedó Alejandro González Marín, sujeto que tras ser sorprendido efectuando una transacción de drogas en la Legua Emergencia, de San Joaquín, se encontró armamento de gran capacidad destructiva en su poder.

Se trata de una subametralladora UZI, un revólver calibre 38 y 61 cartuchos calibre 32. Por ello, el Ministerio Público formuló cargos en su contra por tenencia ilegal de cartuchos y armas prohibidas, sumado a cargos por tráfico de drogas.

Por estos hechos, el fiscal de la zona sur Luis Barraza, explicó al 12 Juzgado de Garantía de Santiago que el sujeto representa un serio peligro para la seguridad de la sociedad, argumento que fue acogido por el tribunal.

A fin de establecer las razones por las que el imputado mantenía estas armas en su poder, el tribunal fijó un plazo de cierre de investigación de 120 días.