Dos tercios de las entradas puestas en venta para la Copa del Mundo de fútbol de Sudáfrica-2010, o sea unos dos millones en total, ya fueron adjudicadas, se congratularon este miércoles en Johannesburgo los organizadores de la competición.
No obstante, los responsables expresaron sus temores por lo que consideran una cobertura mediática alarmista sobre los asuntos vinculados a la seguridad durante el Mundial, en particular en Gran Bretaña y Alemania.
La preocupación es que este enfoque periodístico de la cuestión pueda desanimar a muchos aficionados, y éstos decidan no viajar para presenciar la primera Copa del Mundo en suelo africano.
“Estamos muy satisfechos por el resultado de la venta de entradas. Nos sentimos como en una pequeña nube”, destacó Danny Jordaan, jefe del Comité local de organización (LOC), durante una conferencia de prensa que tuvo lugar en la jornada.
Queda aún un millón de entradas para los 64 partidos del torneo.
Por su parte, Jérôme Valcke, secretario general de la FIFA, advirtió a los periodistas, en particular alemanes y británicos: “No maten a la Copa del Mundo antes de empezar. Brinden una oportunidad a Sudáfrica (…) Es injusto y triste (describir a Sudáfrica como un país peligroso en extremo)”.