Corma Bío-Bío denunció que al menos uno de los grandes incendios forestales que afectan a la Región del Bío-Bío, fue intencional. En tanto, las brigadas de Conaf, Ejército y de las empresas afectadas, contuvieron los siniestros que arrasan bosques en las comunas de Yumbel y Ranquil.

Imagen: Tomas Albornoz

Un factor que despierta enorme sospecha a la Corporación de la Madera del Bío-Bío es que el incendio situado en la comuna de Yumbel, cerca de Cabrero y Monte Águila, partió en cinco focos distintos.

Por eso, Mininco lo denunció a Carabineros y al Ministerio Público, porque el fuego consume ahí 1.400 hectáreas de bosques de pino y eucalipto, matorrales y pastizales, aunque la superficie de plantaciones llega a la mitad.

El gerente de Corma Bío-Bío, Emilio Uribe, comentó sobre las sospechas de intencionalidad.

En este incendio de la comuna de Yumbel, perteneciente a la provincia de Bío-Bío, trabajan 250 personas, mientras que en el de la comuna de Ranquil, provincia de Ñuble, hay otras 300 batallando contra el fuego, que arrasó con otras 940 hectáreas, la mayoría de plantaciones.

Los siniestros ya no avanzan, restando extinguirlos, precisó Eduardo mera, jefe del depto de protección y control de incendios forestales de Conaf.

El pronóstico meteorológico para el fin de semana favorece la propagación de incendios forestales, con alta temperatura y vientos de 16 a 25 kilómetros por hora.

Así como en el siniestro de Yumbel hubo dos cabañas incendiadas, en Ranquil el fuego redujo a cenizas un galpón. Aquí se suma el trabajo de un avión dromedario y un helicóptero.

Las pérdidas para las empresas, sumados ambos incendios, bordea los 4 millones dólares.