El Senado de Argentina convirtió en ley por unanimidad la madrugada de este jueves un proyecto gubernamental que elimina el delito de calumnias e injurias para expresiones referidas a asuntos de interés público.
La nueva norma adecua la figura de calumnia e injuria a la de real malicia y elimina la pena de prisión para quien cometa ese delito, que reemplaza por la aplicación de una multa que el Congreso fijó entre 3.000 y 30.000 pesos (de 391.665 a 3.916.655 en pesos chilenos).
“La finalidad y el eje central de esta modificación al Código Penal radica en adecuar nuestra legislación a parámetros internacionales en materia de libertad de expresión”, dijo durante el debate el senador oficialista Rubén Marín.
La iniciativa había sido presentada por la presidenta Cristina Kirchner en septiembre pasado a raíz de un fallo de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) contra el Estado argentino, por el caso de un periodista condenado por calumnias e injurias, que llevó su reclamo a ese tribunal.
Se trata de Eduardo Kimel, condenado en 1991 durante el gobierno de Carlos Menem (1989/99), a un año de prisión y a pagar una indemnización por criticar la actuación de un juez en la investigación de un crimen perpetrado durante la dictadura (1976/83). El Estado argentino reconoció luego ante la CIDH que en ese caso se había violado la libertad de expresión.
El proyecto de ley había sido presentado en medio de una fuerte tensión entre grupos de prensa y el Gobierno a raíz de un proyecto oficial de ley de medios audiovisuales, aprobado luego por el Congreso, que impuso límites a los monopolios y amplió las regulaciones estatales.
La Presidenta había hecho el anuncio frente a una delegación de la CIDH que estaba en Buenos Aires, al conmemorarse 30 años de una histórica visita al país en plena dictadura, que le permitió recoger miles de denuncias y comprobar las prácticas del terrorismo de Estado.