El presidente estadounidense, Barack Obama, dijo este martes que ninguna religión puede justificar una masacre como la de la base militar de Fort Hood (Texas, sur), durante una emotiva ceremonia en homenaje a las víctimas del tiroteo perpetrado por un militar musulmán.
“Puede ser difícil comprender la lógica perversa que condujo a esta tragedia. Pero sabemos lo siguiente: ninguna creencia religiosa justifica estos actos asesinos y cobardes. Ningún Dios justo y amado los considera favorablemente”, dijo Obama, según el texto de su declaración difundido anticipadamente por la Casa Blanca.
Barack Obama y su esposa, Michelle, llegaron este martes a la base militar de Fort Hood (Texas, sur) para rendir homenaje a las 13 víctimas del tiroteo del jueves, cuando se acumulan las preguntas sobre los vínculos del agresor con grupos terroristas.
La pareja presidencial llegó poco después de las 11:30 (14:30 de Chile) al recinto de la base, donde se realiza la ceremonia de homenaje, a la que concurren unas 5.000 personas. Obama se desplazó para “expresar personalmente la terrible pena que sentimos todos frente a la pérdida de esos jóvenes”, dijo en una entrevista con la cadena ABC difundida el lunes de noche.
En el lugar, un gran número de soldados en uniforme de camuflaje se congregó en el cuartel general de la base, bajo un cielo azul, mientras diferentes unidades entonaban cantos militares.
Entre las víctimas había una soldado de 21 años embarazada, militares que iban a ser enviados a Afganistán, incluida una joven de 29 años y un padre de familia de 23 años, un asistente médico de 55, que iba a partir de misión a Irak, y un comandante del Ejército de 52 años, inmigrante mexicano convertido en doctor en psicología.
En la entrevista con ABC, el presidente estadounidense se preguntó si el comandante Nidal Hasan, autor de la matanza del jueves, que también provocó 42 heridos, había “actuado individualmente” o si existía “una gama de actores más amplia”. Hasan, herido por una policía, salió el lunes del estado de coma y comenzó a hablar con el equipo médico.
El FBI, la Policía Federal, indicó el lunes que Hasan, psiquiatra castrense de origen palestino y 39 años, había estado en contacto a fines de 2008 con una persona investigada por terrorismo.
Pero “no se encontró nada negativo” y los investigadores “concluyeron entonces que el comandante Hasan no estaba involucrado en actividades terroristas o en la preparación (de actividades) terroristas”, indicó el FBI.
Según las primeras conclusiones de la investigación, el sospechoso parece haber actuado solitariamente en Fort Hood, pero la Policía no descarta la posibilidad de que haya querido perpetrar un atentado suicida.
The Washington Post indicaba el lunes, sin embargo, que los investigadores analizaban sus vínculos con un imán nacido en Estados Unidos, que las autoridades presentan como ferviente simpatizante de Al Qaida, y que concurría a una mezquita de Virginia (este).
Hasan frecuentaba en 2001 dicho templo de los suburbios de Washington al mismo tiempo que el imán Anwar al-Aulaqui. Este habría tenido, según The Washington Post, vínculos con responsables de Al Qaida, entre ellos dos de los terroristas del 11 de setiembre.