Una millonaria indemnización que tendría que pagar el estado, además de recibir amenazas de muerte y secuestro contra altos personeros de la Conadi, son parte de las razones que fuerzan al gobierno a comprar y entregarle las tierras de Jorge Luchsinger a comunidades mapuche cuyos integrantes están involucrados en numerosos atentados.
Informe de Cristobal Carmona, Radio Bío-Bío de Temuco
La historia de amenazas de muerte y secuestro contra altos personeros de la Conadi se remonta a las negociaciones efectuadas sin la presencia del director nacional, Alvaro Marifil, quien por razones de seguridad no asistía a la zona de Yeupeco en Vilcún.
Estas reuniones se realizaban con los comuneros de la Antonio Linconao y la Juan Catrilaf, con el motivo de adquirir el Fundo Santa Margarita de Jorge Luchsinger.
Esta última comunidad, estaba integrada entre otros indígenas, por Luis Tralcal Quidel, ex lider de la Coordinadora Arauco Malleco, Sergio Catrilaf, José Sergio Tralcal Coche, Ignacio Tralcal Lleuful, Mauricio Huaquilao y sus familiares directos, estando todos ellos encarcelados y sindicados por el ministerio publicó como autores de numerosos atentados en la zona, incluido el ataque al Tur Bus en el by pass de Padre las Casas, además de encontrarse en sus domicilios municiones de guerra y abundante literatura ligada a grupos paramilitares extranjeros.
Por presiones de la Conadi a los integrantes que no han estado involucrados en hechos de violencia, fue creada la comunidad Juan Catrilaf 2, donde fueron agrupados todos los violentistas y sus familiares, los que fueron priorizados y finalmente seleccionados.
Todo esto se realizó en desmedro de la comunidad Antonio Linconao, que es colindante con el fundo de Luchsinger y que cumplía hace un largo tiempo con todos los requerimientos que el estado exige para este tipo de transacciones. Ellos guardaron silencio por temor a represalias.
En información exclusiva obtenida por Radio Bío-Bío de Temuco, se consignó el hecho que desencadenó esta decisión por parte del estado, que apunta a las reiteradas amenazas a los personeros de la Conadi que asistían a Yeupeco a dialogar por las tierras, provocando el temor entre ellos, por lo que ni siquiera denunciaron los hechos a la fiscalía por temor a que las amenazas se concretaran.
Las amenazas de muerte y secuestro fueron hechas para apurar la compra del fundo por parte de los comuneros de la Juan Catrilaf 2.
Carlos Tenorio, el abogado de la familia Luchsinger que llevó adelante las negociaciones con el gobierno, no negó estos hechos a Radio Bío-Bío, limitándose a señalar que no podía referirse al tema porque se involucraría en una causa judicial, estando de todas formas todos estos hechos en conocimiento del ministerio público.
Incluso Mauricio Huaquilao está investigado por el ministerio público por amenazas de muerte proferidas también contra el ex director de Conadi, Jaime Andrade, existiendo registros de los dichos en un pendrive.
Otro punto que tiene muy presionado al gobierno para entregar las tierras a los mapuche ligados a los hechos de violencia, es que, según información obtenida por Radio Bío-Bío de Temuco, Sergio Catrilaf, días antes de ser detenido por el ataque al Tur Bus, firmó el contrato del negocio en un notaria de Temuco, y además existe un pre contrato con una cláusula de indemnización cercana a los 500 millones de pesos en caso de romperlo unilateralmente por alguna de las partes, esperándose que los familiares directos de Luchsinger firmen este viernes.
El abogado Tenorio confirmó a Radio Bío-Bío de Temuco que existen cláusulas tanto judiciales como económicas en caso que el gobierno rompa el pre contrato.
Para este sábado está programado el remate de los animales, implementos de lechería y maquinarias de Luchsinger en el fundo Santa Margarita, cerrando con esto una historia de negociaciones que estuvo rodeada de amenazas a personeros de gobierno y a mapuches de otras comunidades, por parte de los indígenas que finalmente obtuvieron las tierras por lo que otros lucharon tal como el estado exigía durante años sin obtener resultados.