China, que hace solamente 30 años emprendió el camino de la reforma, podrá destronar a Japón como segunda potencia económica mundial el año próximo o en 2011, reforzando así el poder interno del régimen y su influencia en el exterior, estiman analistas.
Fuente: Agencia AFP
A partir de esta semana, China debería acercarse a ese objetivo con la publicación de las cifras del 3º trimestre del Producto Interior Bruto (PIB). Los economistas esperan un crecimiento de 9,5% con lo que reduciría aún más la distancia con el vecino Japón, que por su lado se espera alcance menos del 1% en el mismo período.
Y a ese ritmo China debería destronar en 2010 ó 2011 a su rival asiático de la posición de número dos mundial que ostenta desde hace más de 40 años.
“Como en números China ya está cerca de Japón, el transformarse en número dos no tendrá realmente consecuencias”, explica a la AFP Todd Lee, analista de IHS Global Insight.
Pero “el crecimiento económico rápido da a China mayor peso en el escenario internacional y también la posibilidad para que el Partido Comunista (gobernante) se promocione y disponga de nuevos argumentos para alimentar el orgullo nacional”, señala.
Antes de la crisis económica mundial, China contaba con una tasa de crecimiento de dos dígitos, lo que permitió que su PIB alcanzara a 4,3 billones de dólares en 2008, según cifras del Banco Mundial.
El año pasado el PIB de Japón fue de 4,9 billones de dólares y el de Estados Unidos de 14,2 billones, según la misma fuente.
Eric Fishwick, director de investigaciones económicas de CLSA Asia-Pacific Markets, considera que el ascenso de China es una “cuestión de aritmética”.
“Será una consecuencia de la combinación de un rápido crecimiento chino y de un crecimiento japonés relativamente estancado”, explica.
Luego de un crecimiento de 6,1% en el primer trimestre a raíz de la crisis, el ritmo más flojo de los últimos 20 años, China se recuperó en el segundo (+7,9%) y podría superar el 8% en el año.
La mejora, debida al plan de recuperación del gobierno y la liquidez aportada por los bancos, contrasta con la situación en Japón, que este año todo indica tendrá un crecimiento negativo y un leve avance en 2010.
“El único factor que decide la posición de número dos entre China y Japón es el yen”, sostiene por su lado Dong Tao, un economista con base en Hong Kong que trabaja para el Crédit Suisse.
“Sin el factor yen, China ya ocuparía el segundo puesto”, afirma.
El yen, valor refugio en época de crisis, quedó con una tasa elevada frente al dólar, mientras que el yuan acompaña el valor del billete verde desde julio pasado.
Para Toyoo Gyohten, asesor en el ministerio de Finanzas nipón, China, con sus 1.300 millones de habitantes, está todavía lejos en cuanto a PIB per cápita, que, según él, es inferior a 4.000 dólares.
“Un simple cálculo muestra que China necesitará 30 años antes de alcanzar el nivel de PIB per cápita de Singapur o de Japón, que oscila en los 40.000 dólares”, señala Gyohten.
Aunque el ascenso de China al segundo puesto de las potencias económicas mundiales será “principalmente simbólico”, reforzará sin embargo su capacidad para imponer sus puntos de vista en la gestión de la economía mundial, sostiene a su vez Jing Ulrich, economista de JP Morgan en Hong Kong.
Pekín pretende tener un papel más importante en el Fondo Monetario Internacional.
Además, en el plano interno, eso reforzará la legitimidad del Partido Comunista, cuya suerte está ligada a la buena salud de la economía y a la capacidad de crear empleos.
“La confianza en la gestión económica del gobierno nunca había alcanzado un nivel tan alto”, asegura Fishwick.