El gobernador de California, Arnold Schwarzenegger, firmó el lunes una ley que instaura el “Día de Harvey Milk” en honor al primer político abiertamente homosexual elegido en Estados Unidos, cuya película biográfica dio un Oscar a Sean Penn este año.
Fuente: Agencia AFP
Tal como establece la ley, Schwarzenegger decretará que los 22 de mayo, día del nacimiento de Milk, el político sea recordado en California (oeste de Estados Unidos).
La ley había sido aprobada en el Senado del estado en mayo, la asamblea la aprobó en setiembre y el domingo en la noche Schwarzenegger las firmó, luego que el año pasado se negara a promulgar un día oficial en el estado en memoria de este activista homosexual.
Milk contribuyó a impedir que se aprobara una propuesta que pretendía impedir que ejercieran maestros homosexuales, y fue miembro del Consejo de Supervisores de la ciudad de San Francisco, que asesora al alcalde para gobernar la ciudad, hasta su asesinato el 27 de noviembre de 1978.
El asesino, Dan White, que había renunciado como supervisor pero luego trató de recuperar su puesto de trabajo sin éxito, mató al alcalde George Moscone y a Milk en la alcaldía y se entregó a la Policía unas horas después.
Como pionero en materia de derechos de los homosexuales y luego convertido en uno de los mártires del movimiento, Harvey Milk fue homenajeado con una película protagonizada por Sean Penn y dirigida por Gus Van Sant, que se ganó la aclamación de la crítica, un Oscar para su guionista Dustin Lance Black y otro para su actor principal, Sean Penn, en la última entrega de esos premios en febrero pasado.
Mientras grupos defensores de los derechos de los homosexuales saludaron el paso dado por el Gobernador de California, organizaciones más conservadores reaccionaron con rabia ante la instauración oficial de este día.
El grupo Pacific Justice Institute se quejó de que esta proclamación no diera alternativas a “padres que quizás no quieren que sus hijos tengan un día entero en la escuela enfocándose en sexualidad”, apuntaron al manifestar su enojo contra todos aquellos legisladores que “continúan promoviendo lo políticamente correcto por encima de los fines académicos”.
