El presidente de Ecuador, Rafael Correa, quien enfrenta protestas indígenas que dejaron 1 muerto y 40 heridos, acusó el sábado a ciertos grupos aborígenes de ser extremistas y aliados de la derecha que pretende desestabilizar su gobierno.
Fuente: AFP.
El mandatario dijo que el derrocamiento de su homólogo de Honduras, Manuel Zelaya, es “sólo un preludio” de planes para provocar inestabilidad en la región y añadió que “ya teníamos información de inteligencia que los próximos éramos nosotros en buscar la coyuntura para desestabilizar al gobierno”.
“Lastimosamente para aquello se han prestado grupos que dicen ser de izquierda y en principio cercanos a la revolución ciudadana (oficialismo)”, señaló Correa en alusión al movimiento indígena y profesores públicos que protestan contra el Ejecutivo.
En el marco de un “levantamiento” indígena en defensa del acceso al agua se registraron violentos choques con la Policía en que murió un aborigen y resultaron heridos 40 uniformados el miércoles en la selva amazónica, según la versión oficial.
Luego los aborígenes flexibilizaron su posición y aceptaron dialogar con Correa, aunque aún no definen el inicio de las conversaciones debido a diferencias entre los nativos.