La Corte de Apelaciones de Valparaíso ordenó el retiro a la brevedad de bombas submarinas, que habrían sido arrojadas al mar por la Fuerza Aerea entre 1960 y 1970 en la bahía de Quintero.

En su resolución el tribunal ordenó al Juzgado del Crimen de Quintero, que con suma urgencia neutralice los explosivos. Previo a esto deberá efectuarse un catastro submarino para determinar cuantas son las bombas presentes en el sector del bajo Cochrane.

El abogado Alejandro Chaparro, señaló que si bien el fallo rechaza el recurso de protección presentado en contra de la capitanía de puerto y GNL, sí se logró el fin último que es el retiro del peligroso material.

Se estima que son al menos 6 los artefactos explosivos presentes en el mar, sus dimensiones serían un metro setenta de altura, estarían activos y cubrirían un radio de 3,5 kilómetros. El principal peligro es la cercanía con el sector donde se levanta el muelle de descarga de gas de la empresa GNL.