Lunes 25 febrero de 2019 | 00:13

El tatuaje en el brazo de Wisin que le recuerda el trance más difícil de su vida

Wisin | Instagram

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A sus 40 años, Juan Luis Morera Luna, Wisin, es toda una leyenda de la discotecas. Su dúo con Yandel lo han llevado por el mundo como pioneros y embajadores del reggaetón, el movido estilo musical que ayudaron a fundar y este año lo tiene de regreso en la Quinta Vergara.

Pero la vida de Wisin no ha estado exenta de momentos difíciles, siendo sin lugar el peor de ellos la muerte de su pequeña hija Victoria en 2016, a quien decidió recordar con un emotivo tatuaje en su brazo y a quien también hizo un guiño en el nombre Victory de su siguiente álbum en solitario.

Wisin y su esposa Yomaira Ortiz supieron desde muy pronto durante su embarazo, exactamente al quinto mes, que algo no estaba bien con Victoria. Los médicos les informaron que estaba afectando por una rara enfermedad conocida como el síndrome de Patau, y que su pronóstico era funesto.

El síndrome de Patau se caracteriza por generar una copia extra de cromosomas en el par 13, defecto conocido como trisomía. Este error en nuestro código genético basta para gatillar una fatal reacción en cadena. Los bebés no alcanzan a nacer y, si lo hacen, sufren malformaciones físicas además de tener deficiencias en el corazón y riñones. Sólo 10% de ellos superan el año de vida.

Según detalla el sitio de Univisión, los médicos recomendaron a la pareja abortar a Victoria, sin embargo ambos, fieles a su religión, se negaron.

“No aborten a sus bebés, aunque los doctores les hagan esa recomendación. Victoria ha cumplido cada uno de sus propósitos desde el momento que supimos lo que ella tenía. Damos gloria a Dios porque decidí tenerla sin importar lo que pasaría, porque sabíamos que Dios sí sabe lo que hace”, aseveró Yomaira.

Así, el 30 de septiembre de 2016, a sólo un mes de su nacimiento, la pequeña no resistió su condición crítica que la mantenía internada en cuidados intensivos, falleciendo durante la madrugada, en compañía de sus padres.

“Nuestra princesa acaba de fallecer. Gracias por orar por nuestra familia y por nuestra Victoria. Gracias porque en todos los gestos y palabras que tenían con nosotros pudimos ver a DIOS cada día”, expresó Wisin a través de su Instagram.

Como un homenaje a la hija que apenas pudo conocer, Wisin se tatuó a la Victoria que -imaginó- llegaría a ser de haber tenido oportunidad de seguir viviendo, como una forma de llevarla siempre con él.

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Dios tiene el control.

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