La Casa de Acogida de las Hermanitas de los Pobres, en Santiago, tuvo ayer varias visitas. Entre ellas, el nuncio apostólico Ivo Scapolo, quien no emitió declaraciones.

En ese lugar reside, a sus 103 años, el arzobispo emérito de La Serena, Bernardino Piñera, quien es objeto de una investigación previa realizada por el Vaticano, por una denuncia de presunto abuso sexual contra un menor de edad, que habría ocurrido hace 50 años, cuando era obispo de Temuco.

El presidente Sebastián Piñera se enteró la tarde del lunes, y por eso cuando el Vaticano notificó formalmente, a través de la Nunciatura, la decisión de hablar estaba tomada.

En su entorno enfatizan que su declaración se quiso enfocar en dos niveles: como Presidente, al asegurar que todas las denuncias deben ser investigadas, y como sobrino, por ser Bernardino uno de sus familiares cercanos, al poner en duda la credibilidad de la denuncia. No por nada el arzobispo emérito de La Serena celebró sus 103 años en La Moneda.

Tras los duros cuestionamientos que generaron sus palabras, el ministro del Interior Andrés Chadwick defendió sus dichos y descartó que existan contradicciones, en especial ante la ley de imprescriptibilidad de delitos sexuales contra menores.

-“Ha sido claro el Presidente”, remarcó.

-¿Como pariente de Bernardino Piñera, a usted le cuesta creer?

“Lo que ha dicho el Presidente me interpreta plenamente”, aseguró.

Agencia UNO
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Sin embargo, el respaldo del Gobierno fue más allá de la familia presidencial. “Cuesta creer el cuento del tío”, escribió por su parte el ministro de Salud, Jaime Mañalich.

Mientras que el exministro Luis Mayol ironizó con que llamarían a declarar a los Huasos Quincheros para que informen sobre el “cura de mi pueblo”, que en parte de la canción dice: “Cura de mi pueblo, cuando yo era niño, me dabas santitos y me hacías cariño. Dicha falta no estaría prescrita”, dijo.

Dichas reacciones acrecentaron la molestia de los sobrevivientes. Uno de los voceros de la Red, Jaime Concha, emplazó al Presidente a ofrecer disculpas y apuntó “al derecho al tiempo que tiene toda víctima de abuso sexual infantil para hablar cuando pueda y no cuando deba hablar. Sus palabras son revictimizantes para los sobrevivientes”.

Por su lado, el exseminarista y denunciante de abuso sexual clerical, Mauricio Pulgar, dijo que es a este tipo de posturas a las que se han enfrentado las víctimas: la descalificación y el descrédito.

“Aún no se ha hecho público el nombre de la persona y ya lo están denostando. Esto es lo que hemos vivido por muchos años los denunciantes”, subrayó.

“Lo pilló en un mal momento”

Otras agrupaciones contra el abuso sexual infantil se sumaron a ese llamado. La vocera de la agrupación Madres de Chile, que trabajan con casos de Abuso Sexual Infantil y violencia intrafamiliar, Ximena Astorga, coincidió en que es necesaria una disculpa y que se reconozca el error.

Explicó que son varios los factores que retrasan una denuncia, entre ellos, que muchas víctimas bloquean ese episodio de sus recuerdos. “Esos bloqueos son a nivel psicológico y pueden durar muchos años. Y a veces es una cosa que revive, que han pasado muchos años y recién recuerdan. Asimismo, hay otros que por opción deciden callar. Puede ser en cualquier momento”, detalló.

La presidenta de la agrupación No + Abuso Sexual Infantil, Claudia Guerrero, calificó de desafortunadas las declaraciones del Presidente y reconoció que les impactaron, considerando que aprecian varios de los avances del gobierno en materia de niños, niñas y adolescentes. “Queremos creer que (la situación) realmente lo pilló en un mal momento”, aseguró.

Con todo, el proceso de investigación previa contra Bernardino Piñera tiene un plazo de 90 días para establecer si es o no verosímil la acusación. Si es considerada verosímil, el Vaticano puede iniciar un proceso administrativo canónico en su contra y establecer sanciones.