Donald Trump y el congreso estadounidense tienen un impasse a la vista, de nuevo. Esta vez, los ataques y la ejecución del general iraní Qasam Soleimani, levantan un nuevo debate entre el mandatario y la oposición.

Nancy Pelosi, líder de los demócratas en el congreso, le ha hecho saber al magnate presidente que su acción fue unilateral y no fue consultada a los ocho principales parlamentarios.

Una carta recoge todo el descontento y pretende ser la llave para que los congresistas (demócratas) frenen las acciones bélicas que puedan venir de la Casa Blanca. Además, “reafirma las largamente establecidas responsabilidades de control del Congreso con un mandato a de no tomarse medidas parlamentarias adicionales, cesar las hostilidades militares del gobierno hacia Irán en un plazo de 30 días”.

Pelosi asegura que los ataques y la muerte de Soleimani han puesto en peligro a tropas estadounidenses y civiles, al “arriesgar una escalada grave de las tensiones con Irán”.

Los próximos días son decisivos para una votación que limite las acciones militares desde la casa de gobierno, en medio de la tensión mundial. El nerviosismo generalizado tiene a propios y extraños augurando una “tercera guerra mundial”, debido a la ejecución de un militar de alto rango en Irán por el que hasta civiles han jurado vengar su muerte.

“Como miembros del Congreso, nuestra primera responsabilidad es mantener seguro al pueblo estadounidense”, sentenció la líder demócrata en su misiva, llamando a su partido a cerrar filas para no abrir fuego.

Mandel Ngan / AFP
Mandel Ngan / AFP

Oye, loco Trump…

“Venganza” es la palabra que más ha sonado en los últimos días en Irán, Irak y otras naciones, cuyos habitantes se sienten ofendidos por la ejecución del emblemático general, ocurrida el viernes pasado en un bombardeo estadounidense en territorio iraquí.

Una de las voces más emblemáticas, viene de la hija del asesinado general. Se trata de Zeinab Soleimani, quien aseguró en el marco de los funerales de su padre que la muerte de este “causará más despertar en el frente de la resistencia” y “traerá días más oscuros” a EEUU como a uno de sus aliados de siempre: Israel.

“Trump, jugador compulsivo, su malvado plan para causar la separación entre dos naciones de Iraq e Irán con su error estratégico al asesinar tanto a Haj Qasem como a Abu Mahdi ha fallado y solo ha causado la unidad histórica entre dos naciones y su mutuo odio eterno por Estados Unidos “, aseguraba una enardecida Zeinab, consignada por medios como CNN.

“Oye, loco Trump, eres el símbolo de la estupidez y un juguete en la mano de los sionistas internacionales”, agregó frente a una gran multitud en la procesión de despedida a su padre.

En tanto, Esmamil Qaani, sucesor de Soleimani, también hizo una promesa a la multitud enfadada por la muerte de su general.

“Seguiremos el camino del mártir con firmeza y resistencia, y la única compensación para nosotros será expulsar a Estados Unidos de la región”, aseguró. La expulsión no será el único camino.

“La venganza por el martirio de Soleimani es una promesa hecha por Alá, y Alá es el principal vengador”, dijo Qaani.

Zeinab Soleimani
Zeinab Soleimani

“No amenace nunca a la nación iraní”

Las últimas horas han ido de advertencia en advertencia.

El mundo sigue atento al minuto a minuto que deriva de los mensajes a larga distancia que Irán lanza a EEUU y viceversa.

El presidente iraní, Hasan Rohani, le dijo a Trump que “no amenace nunca a la nación iraní”, respondiendo a la amenaza del fin de semana desde Washington, cuando el mandatario estadounidense dijo que podía ordenar el ataque a 52 objetivos en la república islámica.

Rohani, disparó su advertencia: “Quienes hacen referencia al número 52 deberían recordar también el número 290. #IR655”, tuiteó Rohani.

Se refería a la tragedia del Airbus del vuelo Irán Air 655, abatido en julio de 1988 por un navío estadounidense en el Golfo, y que costó la vida a 290 personas.

“La guerra de los tuiteos” entre Trump y Rohani, comenzó precisamente el pasado sábado cuando el mandatario estadounidense hacía referencia a los más de 50 objetivos iraníes que la Casa Blanca tiene en consideración para una posible respuesta armada.

Los demócratas tienen, en tanto, los ánimos puestos en la votación para frenar a Trump. Pese a que aún no tiene una fecha, preparan la llave que deje al mandatario estadounidense a merced de consultas ante cualquier escenario de ataques. Una situación muy distinta a la que se enfrentaron presidentes como George W. Bush, cuando lideró la invasión a Irak en 2003, recibiendo apoyo de la clase política de su país.

Agencia France-Presse
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