El gobierno francés decidió abandonar un controvertido proyecto de ampliación del mayor aeropuerto del país, el Roissy-Charles-de-Gaulle de París.
La noticia fue confirmada el jueves por la ministra de Transición Ecológica, que invocó como motivo la lucha contra el calentamiento global.
El Ejecutivo pidió al operador aeroportuario ADP, del que posee una participación mayoritaria, que deseche el proyecto actual “y presente uno nuevo, más coherente con sus objetivos en materia de cambio climático y protección del medio ambiente”, dijo Barbara Pompili al diario Le Monde.
La decisión se produce una semana después que un tribunal declarara al Estado responsable de no haber tomado medidas suficientes para frenar el cambio climático, algo inédito en Francia.
El plan preveía la construcción de un cuarto terminal de aquí a 2037 para aumentar la capacidad del aeropuerto en 40 millones de pasajeros al año.
Pompili calificó el proyecto de “obsoleto” porque ya no correspondía con la política medioambiental del gobierno ni con las necesidades de “un sector en plena transformación hacia el avión ecológico del futuro”.
El plan, con un coste estimado de entre 7.000 y 9.000 millones de euros (de 7.500 a 10.900 millones de dólares), ya se había topado con la resistencia de los activistas medioambientales y de los políticos locales, así como de la agencia nacional de medio ambiente, que dijo que se quedaba corto en cuanto a la protección del clima.
Según Le Monde, el gobierno no quiere que el próximo proyecto se centre en una ampliación de la capacidad del aeropuerto.
“Siempre necesitaremos aviones, pero debemos avanzar hacia un uso más razonable del transporte aéreo y alcanzar una reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero del sector”, dijo Pompili.
