Contaminación en Osorno: desde el uso de bolsas a la falta de gestiones del municipio para reciclar

El 3 de agosto de éste año entró en vigencia la normativa nacional que prohíbe la entrega de bolsas plásticas en el comercio.

La iniciativa busca frenar los altos niveles de contaminación que produce éste material de usos acotados, pero de gran durabilidad.

Pero, ¿existen esfuerzos reales para su reciclaje? O, ¿se trata solo de un tema de centros urbanos?

No más bolsas

Falta un par de semanas para celebrar las Fiestas Patrias que conmemoran la primera Junta Nacional de Gobierno, un precedente para que Chile, entonces colonia de España, inicie su emancipación definitiva. Lejos de éste detalle, lo concreto es que si al calor de los discursos de esa ceremonia realizada en 1810, alguno de los intervinientes se hubiera refrescado con una bebida, su envase de vidrio se encontrarían aún en perfecto estado.

Lo anterior, porque tarda hasta 4 mil años en desaparecer, y supongamos que hubieran amenizado el encuentro con una radio, al recambiar sus pilas, también las podríamos encontrar ya que su degradación toma entre 500 y mil años. Esto, con el detalle de que si no se tratan adecuadamente, pueden ser muy contaminantes.

Algo más contemporáneo es el plástico de una bolsa tarda 150 años en descomponerse, una botella puede demorar hasta mil años, y así la lista suma y sigue, pero ¿qué hacemos para abordar el tema?

En Chile el reciclaje es menor al 10%, y la comuna de Osorno no escapa a ello, con experiencias potentes pero sin apoyo a largo plazo. Prueba de ello es la “Ruta del Reciclaje” que el 2016 realizó el centro de educación ambiental de Osorno, donde Samanta Sparck apuntó a la falta de una gestión municipal efectiva.

La urgencia de abordar el retiro del plástico es su cantidad que, sumada a la basura generada por los osorninos, en seis meses se podría levantar una torre de desperdicios cuatro veces más grande que el edificio kauak.

En el inicio del truncado programa se logró rescatar 12 toneladas de aluminio, 15 de vidrio, 40 de plástico y 280 toneladas de papel y cartón equivalentes a cinco mil árboles, pero todo quedó “ahí”, de acuerdo a la ONG.

Desde el municipio se defienden al sostener que el reciclaje no resulta un negocio ventajoso de acuerdo al encargado del Departamento de Aseo y Medio Ambiente, Carlos Medina, añadiendo que”estamos impulsando que se pueda hacer reciclaje con separación de items”.

El problema del plástico no sólo es exclusivo del radio urbano, dado que hasta el turismo se ve impactado. Alejandro Fuentealba patrón de nave menor a cargo del balseo y paseos en el Río Bueno dice que es un factor que impacta su actividad.

¿Pero sólo es un tema de vida urbana? El uso responsable del plástico también se trasladó a los campos, incluso con prácticas preocupantes, como lo recalcó el alcalde de Río Negro, Carlos Schwalm.

En líneas generales establece la necesidad de incentivar el reciclaje, hacer atractivo el negocio del plástico, pero nada de ello sería posible si como sociedad no se asume del daño que la contaminación nos esta dejando, donde los esfuerzos individuales podrían dejar un gran legado colectivo.