El Congreso de Illinois aprobó la abolición de la pena de muerte en ese estado del norte de Estados Unidos, feudo del presidente Barack Obama, y quedó en manos del gobernador demócrata Pat Quinn trasformar esa votación en ley.

El Senado local aprobó el martes con 32 votos contra 25 la abolición, que ya había sido aprobada por la Cámara baja la semana pasada.

La oficina de Quinn indicó que el gobernador se tomará tiempo para examinar el texto aprobado antes de promulgarlo.

“El congreso de Illinois mostró coraje y fue por el buen camino al tomar esta medida”, estimó en un comunicado Larry Cox, director de Amnesty International USA.

“Esta votación ilustra el aumento de las inquietudes en torno a la pena de muerte y la voluntad general de reemplazarla por otro tipo de castigo”, declaró por su parte Richard Dieter, director del Centro de Información sobre la Pena de Muerte (DPIC, por sus siglas en inglés).

En el corredor de la muerte de Illinois aguardan actualmente 15 condenados. En 2003, luego de una moratoria de tres años en las ejecuciones, el entonces gobernador republicano George Ryan conmutó todas las condenas a muerte, tras descubrirse una serie de errores judiciales.

El estado de Illinois no ha ejecutado a ningún condenado desde 1999, y había ejecutado a 12 en los 10 años previos, según la DPIC.

Los representantes de varios estados de la Unión se plantean regularmente la posibilidad de abolir la pena capital, vigente en 35 de los 50 estados del país.