Dos meses luego de la muerte de Lissette en el CREAD Galvarino, el ministerio de Justicia en conjunto con el Sename comenzaron visitas inspectivas y de evaluación a 83 centros de siete regiones a lo largo del país, de un total de 285.

Según se consignó en El Mercurio, lo anterior se realizó en el marco del programa Plan Protege y se utilizó un instrumento que consideraba los recursos humanos, calidad de vida, aplicación de protocolos, área de salud y comportamiento ante un hecho de maltrato.

De este análisis, en la región Metropolitana se concluyó que cuatro centros dependientes del Sename son “altamente críticos”, calificación que considera principalmente la calidad de vida y salud dentro de la residencia. A nivel nacional fueron dieciséis.

En la capital los centros son PAD PER Alihuen en Buin, REM PER Nuestra Señora del Camino en Santiago, PRM Gabriela Mistral en Conchalí y RSP PER Don Bosco Padre Hurtado en Santiago.

El CREAD Galvarino, residencia de Lissette, fue calificado con “criticidad media”, como también los centros Pudahuel y Arrullo. De los once Centros de Reparación Especializada de Administración Directa, que son los que dependen del Estado, ninguno fue calificado como “altamente crítico”.

Entre otros resultados constatados en el mismo medio, se pudo determinar que 24,1% de los centros no cuenta con psicólogos y asistentes sociales, mientras que 43,4% no mantiene un control de ingreso y salida de medicamentos.

Con respecto a la calidad de vida, 28 residencias demostraron falencias destacando principalmente orden y limpieza de los espacios, con más énfasis en los baños de residentes y personal. El 57,8%, en tanto, no contaba con agua envasada para un autonomía de dos días.