Un grupo de 35 sujetos, de nacionalidad haitiana, entre los que se encuentra una mujer mayor de edad, fueron descubiertos viviendo en precarias condiciones al interior de un predio agrícola de la localidad de “Los Cristales”, al interior de la comuna de Longaví.

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El comisario Cristián Sandoval, jefe de la unidad especializada de la PDI, señaló que tras tomar declaraciones, revisar la documentación y analizar todos los aspectos migratorios se pudo establecer, inicialmente, la condición irregular de trabajo de los extranjeros, dado que no cuentan con visa o permiso de trabajo para recibir una remuneración en el país, independiente de otras aristas que podrían surgir de posteriores diligencias.

“Estamos ante una falta administrativa. Estas personas llegaron desde Santiago a Linares y posteriormente a la comuna de Longaví por información proporcionada por “boca a boca”. Un sujeto los contactó, existió la intención de realizar un contrato laboral pero este no fue formalizado en las instancias correspondientes. Esta persona también fue denunciada a las instancias de rigor”, comentó.

Los haitianos estaban cumpliendo labores de temporada desde el pasado 26 de octubre y habían recibido un pago por parte de sus empleadores. Su labor estaba ligada a la recolección de frutas, en este caso manzanas y peras. Según la ley vigente, cada uno de los inmigrantes deberá firmar semanalmente en la PDI a la espera de regularización en el Gobierno Provincial su estadía en el país y el tema para poder trabajar.

Malas condiciones

Una vez dado a conocer la situación, la seremi del Trabajo, Elia Piedras, se constituyó en el predio para conocer la situación contractual de los 35 haitianos y las condiciones en que estaban desarrollando su labor de temporeros.

En el lugar se pudo establecer que estaban viviendo en condiciones paupérrimas. Las camas, por ejemplo, están construidas con palos de segunda y una delgada espuma. La única mujer del grupo se encargaba de la alimentación. Asientos de automóviles, duchas al aire libre y distribuidos en ocho piezas armadas con paneles de masisa formaban parte de las condiciones en que habitaban en este lugar de la zona oriente de Longaví.

La seremi del Trabajo no detectó ningún contrato por lo que la empresa deberá responder ante la instancia de rigor.

“Acá no hay ningún elemento de seguridad e higiene que garantice la presencia de trabajadores”, comentó. Tampoco, añadió, hay contrato de trabajo a la vista.

Dado lo anterior el lugar se clausuró y la empresa estaría buscando un lugar más cómodo, a la espera que también regularicen su situación legal, para que sigan desarrollando actividades de temporada.

Rodrigo Flores, representante de la empresa “Entun” que contactó a los haitianos para que prestaran labores en el predio “Cuñado Agrícola” expresó que “estas instalaciones se levantaron en el momento. No se pensó ni inventó, sino que salió ante la necesidad que había. Ellos llevan trabajando un par de semanas en este lugar”, añadió.