Locatarios de la avenida René Soriano de la ciudad de Osorno plantean su miedo ante la presencia de niños residentes del Hogar de Menores Catalina Keim, que durante las tardes y noches se dedicarían a pedir dinero e intimidar a clientes y transeúntes de las inmediaciones.

Constantemente auditores de Radio Bío Bío que, por temor a represalias, han preferido mantenerse en el anonimato, relatan el dilema que significa ser locatario en dicho tramo de la ciudad, al ver a niños de corta edad “visitar” diariamente los recintos donde, además de pedir alimentos, a veces les roban directamente o les exigen bajo amenaza.

Asimismo, se ha planteado incluso, el problema que significa verlos deambular a altas horas de la noche bajo los efectos del alcohol o las drogas, generando peleas entre ellos o con los mismos vecinos.

Pamela Soto, directora del Servicio Nacional de Menores (Sename) en la región de Los Lagos, aseguró que si bien el hogar, de régimen abierto, es fiscalizado y subvencionado por ellos, la administración se encuentra en manos de Carabineros, por lo tanto, es dicha institución quien tiene que velar por la integridad y proteger a los menores.

En cambio, el prefecto de Carabineros, coronel Leonardo Castillo, señaló que si bien su deber es resguardar la integridad de los niños que vienen de familias vulnerables, han visto que el Tribunal de Familia últimamente envía al recinto a menores que tienen amplios prontuarios policiales.

Jorge Rivas, quien mantiene una panadería en avenida René Soriano, en conversación con Radio Bío Bío señaló que la situación ya es insostenible porque si bien al principio se trataba de un par de niños que pedían dinero, luego comenzaron a llegar en grupos y al ver la negativa de los clientes comenzaron a insultarlos, llegando incluso a los golpes.

El prefecto de Carabineros dijo que ante este tipo de hechos es que incluso han presentado recursos de protección, ya que jóvenes que no tienen buena conducta y que se han visto envueltos en problemas con la justicia han generado problemas incluso al interior del hogar, como cuando un menor apuñaló a otro.

Castillo agregó que como institución, han buscado reubicarlos en recintos cerrados para evitar que causen más problemas a la sociedad.

Por su parte, Jorge Rivas dijo que determinó presentar la denuncia respectiva ante la fiscalía local de Osorno, para que se tomen cartas en el asunto y para que quede el registro sobre el actuar de algunos menores -principalmente adolescentes- que aprovechan estar en un recinto abierto para escabullirse y cometer sus fechorías.

Sin embargo, como quienes se han visto amedrentados por los niños, también hay quienes dicen no tener mayores problemas y que cuando acuden por comida simplemente les ayudan.

Pedro Montecinos, dueño de un local de comida rápida, dijo que se trata sólo de niños que, por uno u otro motivo, se han visto separados de sus hogares y donde muchas veces sus padres no muestran mayor interés por saber en qué condiciones se encuentran.

De esa forma se plantea la duda si es conveniente para el desarrollo de los niños, mantener a los más pequeños -que ya provienen de familias conflictivas y vulnerables– junto a quienes, con más edad, han debido enfrentar la justicia ya sea por delitos simples o por delitos violentos.

Aún así, reiteró la directora regional de Sename, buscarán intervenir a través de la fiscalización de los programas de intervención a los que están sujetos los menores, estando eso sí abiertos a recibir el planteamientos de los vecinos y los mismos locatarios que lidian día tras día con ellos.