El jefe del gobierno italiano, Paolo Gentiloni, anunció este martes que está dispuesto a “discutir dentro de los límites de las leyes y de la Constitución” una mayor autonomía para Véneto y Lombardía, tras la holgada victoria a favor de ésta en los referéndums dominicales.

“El gobierno está listo a encarar la cuestión de la autonomía. Discutir al asunto es útil para el país, hay que ver en qué condiciones. Va a ser una discusión compleja, pero estamos dispuestos dentro de los límites de las leyes y de la Constitución”, explicó Gentiloni durante una visita al Véneto.

“Estamos negociando la manera para que Italia funcione mejor y no sobre Italia, ni sobre su Constitución”, recalcó.

“No necesitamos más divisiones sociales, sino que tenemos que reparar las grietas que ha causado la crisis” económica, agregó Gentiloni.

Los habitantes de las prósperas regiones de Véneto y Lombardía aprobaron el domingo con más del 95% a favor una mayor autonomía para sus regiones.

Gracias a una tasa de participación relativamente alta, especialmente en el Véneto, las dos regiones del norte de la península esperan acelerar y fortalecer su autonomía, sobre todo la fiscal.

Al contrario de lo que ocurrió con el referéndum en Cataluña, España, las dos votaciones se llevaron a cabo en un marco legal.

Las dos ricas regiones, que contribuyen aproximadamente con el 30% del Producto Interno Bruto (PIB) italiano, consideran que Roma despilfarra sus impuestos y quieren negociar la naturaleza y el alcance de su autonomía, lo que deberá ser ratificado posteriormente por el Parlamento.

Estas regiones, que son el motor económico de Italia, desean mejorar sus infraestructuras, así como el sistema de salud y educación.

El consejo regional del Véneto está preparando el proyecto de ley que someterá al gobierno, que introduciría el federalismo fiscal, de manera de quedarse con el 90% de los impuestos que recauda, lo que significaría un nuevo reparto, según aseguró el presidente de la región, Luca Zaia.

Esta región quiere solicitar la categoría de “estatuto especial” de que gozan otras, como Sicilia, Friuli-Venecia Giulia, Cerdeña, Trentino-Alto Adigio y el Valle de Aosta.

Para ello se requiere una enmienda al Artículo 116 de la Constitución y una serie de otros pasos en el Parlamento.

El subsecretario para Asuntos Regionales, Gianclaudio Bressa, adelantó por su parte que esta solicitud va “contra la unidad e indivisibilidad del país”.

Todo parece indicar que las negociaciones no serán tan fáciles y que si bien hay disposición para negociar, todo acuerdo tomará su tiempo y quedará probablemente en manos del próximo gobierno y del próximo Parlamento, debido a que Italia tiene programada elecciones legislativas en marzo, abril o mayo de 2018.