El gobierno de Estados Unidos reforzará la ayuda a los Estados que quieran armar a los empleados de escuelas, en el marco de un plan para incrementar la seguridad en los centros educativos tras la matanza de 17 personas en Florida, dijeron funcionarios este domingo.

“La administración trabajará con los estados para proveer un riguroso entrenamiento sobre armas de fuego a personal educativo especialmente cualificado”, dijo el asistente presidencial Andrew Bremberg, jefe del Consejo de Política Interna de la Casa Blanca.

La controversial idea de ingresar armas a las escuelas, que ha recibido poco apoyo entre los educadores, es parte de un “plan pragmático para aumentar dramáticamente la seguridad en las escuelas y tomar pasos para hacerlo inmediatamente”, dijo la secretaria de Educación, Betsy DeVos, en una teleconferencia con periodistas.

DeVos dijo que ella presidirá una comisión federal sobre seguridad en las escuelas, entre otras medidas.

El presidente Donald Trump también está llamando al Congreso a aprobar leyes que fortalezcan la verificación de antecedentes para la compra de armas y que implementen programas de prevención de la violencia.

El gobierno de Trump otorgará asistencia técnica a los Estados que estén preparando directrices para retirar sus armas a ciertas personas, y habrá un foco especial en el cuidado a las personas con desórdenes mentales, dijo Bremberg.

Estados Unidos vive un relanzamiento del debate sobre el control de armas despertado por los jóvenes sobrevivientes del tiroteo el mes pasado en la secundaria Marjory Stoneman Douglas, donde 14 estudiantes y tres empleados murieron a manos de un exalumno con un rifle semiautomático.

Lily Eskelsen Garcia, presidente de la Asociación Nacional de Educación, el mayor sindicato de educadores en Estados Unidos, ha dicho que los padres y maestros “mayoritariamente rechazan la idea de armar a los empleados de las escuelas”.