El viaje a Corea del Sur de Kim Yo-jong, hermana menor del líder norcoreano Kim Jong-un, confirma su ascenso en las instancias dirigentes del régimen comunista.

En octubre, Kim Yo-jong, de unos treinta años, ingresó al poderoso politburó del partido único de Corea del Norte, lo que la convierte en la mujer más influyente de un régimen en donde el poder se concentra en la misma familia desde hace 70 años.

Oficialmente el jefe de la delegación norcoreana en los Juegos Olímpicos de Pyeongchang es Kim Yong-nam, jefe de Estado, pero cuyo cargo es ampliamente honorífico.

“En los hechos, la verdadera jefa de la delegación es Kim Yo-jong”, estima el analista Cheong Seong-chang, del instituto Sejong.

Algunos expertos especulan con que entregue un mensaje de su hermano al presidente surcoreano Moon Jae-in, con quien almorzará el sábado la delegación norcoreana.

En Corea del Norte, pertenecer a la familia Kim es un arma de doble filo: tiene evidentes ventajas en el hermético país, pero en caso de caída en desgracia puede tener consecuencias catastróficas.

Jang Song Thaek, tío de Kim Jong-un, fue ejecutado por traición en 2013. El hermanastro del líder norcoreano, Kim Jong-nam, fue asesinado en el aeropuerto de Kuala Lumpur el año pasado, envenenado con un agente neurotóxico.

Yo-jong tendría unos treinta años, lo que hace de ella el miembro más joven del nuevo politburó presentado en octubre.

 Kim Yo-jong | Agence France-Presse
Kim Yo-jong | Agence France-Presse

‘Puede hablar de todo con Kim’

Kim Yo-jong y Kim Jong-un son dos de los tres hijos que el exdirigente Kim Jong-il tuvo con su tercera compañera conocida, la exbailarina Ko Yong-hui.

Al igual que el líder norcoreano, Kim Yo-jong estudió en Suiza.

Su primera aparición oficial en la prensa norcoreana fue en 2009, cuando acompañó a su padre que visitaba una universidad de agronomía.

Hasta la muerte del líder, en 2011, estuvo muy presente en el entorno de su padre. En las fotos de las exequias se la veía bien ubicada, junto a su hermano.

Cuando Kim Jong-un llegó al poder, su carrera pública en el departamento de propaganda del partido despegó, hasta su nombramiento en 2014 como “directora adjunta de departamento” en el comité central, y su consecuente ingreso en el politburó en octubre.

“Es una de las pocas personas que puede hablar libremente de todo con el líder Kim”,
cree saber Yang Moo-jin, profesor en la universidad de estudios sobre Corea del Norte en Seúl.

“Tiene probablemente una influencia mucho más importante que los otros dirigentes norcoreanos en lo que concierne la toma de decisión y la coordinación política con el líder”, agrega precisando que habla francés e inglés.

Según analistas, su hermano la está formando para las altas esferas políticas y hace su debut diplomático en los Juegos Olímpicos de Invierno.

Hay muy pocas mujeres en la jerarquía política de Corea del Norte, cuya sociedad sigue siendo profundamente patriarcal. Pero la familia Kim es la excepción.

Durante décadas, Kim Kyong-hui fue una cercana colaboradora de su hermano Kim Jong-il, ocupando funciones de primer orden en el partido y que fue nombrada incluso general cuatro estrellas en 2010.

Pero desde la ejecución de su marido Jang Song-thaek, casi desapareció de la escena pública.

La pareja, hasta que cayó en desgracia, era considerada como todopoderosa y tuvo un papel esencial en el traspaso de poder en manos de Kim Jong Un.

Pero el ascenso de Yo-jong fue aún más rápido porque entró en la Asamblea Popular Suprema, el “Parlamento” del Norte, con sólo 27 años. Su tía Kyong-hui ingresó recién a los 44 años.