La Asamblea Nacional Constituyente, que rige a Venezuela con poder absoluto, adelantó para antes del 30 de abril de este año las elecciones presidenciales en las que el mandatario, Nicolás Maduro, aspirará a la reelección.

“Acuerda convocar para el primer cuatrimestre del año 2018 el proceso electoral (…). Antes del 30 abril debe haber elecciones en Venezuela para escoger al presidente de la República”, dijo el asambleísta y número dos del chavismo, Diosdado Cabello, al leer el decreto que propuso y fue aprobado de forma unánime.

Los comicios estaban previstos para fin de año, pero analistas y opositores advertían que el Gobierno los adelantaría para aprovechar la crisis de credibilidad y divisiones que sufre la opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD).

Cabello confirmó que Maduro será el candidato del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV). “Nosotros no vamos a tener problema, tenemos un solo candidato para continuar con la revolución”, manifestó, mientras el plenario coreaba: “Nicolás, Nicolás”.

“Nosotros vamos a vencer unidos”, agregó el dirigente, quien aseguró que será el Consejo Nacional Electoral (CNE) -acusado por la oposición de servir al Gobierno-, el que fijará la fecha exacta de las elecciones.

El asambleísta fundamentó la propuesta de adelantamiento del proceso electoral como respuesta a las sanciones impuestas contra Venezuela y varios de sus funcionarios por parte de Estados Unidos y la Unión Europea, según él con el objetivo de “procurar el cambio de Gobierno”.

“Si el mundo quiere aplicar sanciones, nosotros aplicaremos elecciones (…). Poderes imperiales y poderes fácticos han desatado una campaña sistemática y de odio contra Venezuela”, agregó el influyente dirigente chavista, desde la tribuna del hemiciclo parlamentario.

El lunes, la Unión Europea aprobó sanciones contra siete altos funcionarios venezolanos, entre ellos Cabello, lo que el Gobierno venezolano calificó de un “golpe al diálogo” que ha mantenido desde el 1 de diciembre con la MUD en República Dominicana.

Al justificar su propuesta, Cabello también argumentó que la oposición se “retiró” del diálogo con “excusas fútiles”, refiriéndose a la ausencia de la MUD en la cuarta ronda que estaba prevista para el pasado jueves y a la cual faltó señalando que no iban a acudir cancilleres facilitadores.