Una joven de 18 años embarazada de 8 meses fue baleada junto a su novio por una expareja y llegó a dar a luz a un bebe antes de morir, en las afueras de Buenos Aires.

Camila Castells, de 18 años, recibió un balazo por la espalda y pudo parir a su hijo. El recién nacido se encuentra en un buen estado de salud, informaron fuentes oficiales.

La mujer fue agredida en su domicilio, en la localidad de Mariano Acosta, en las afueras de Buenos Aires, cuando Mario Díaz, un hombre de nacionalidad paraguaya que según fuentes policiales sería su expareja, ingresó y disparó contra ella y su novio, Ezequiel Franco Reynoso, también de 18 años.

El joven, que recibió dos balazos en la cabeza, se encuentra internado en grave estado en un hospital de la zona y su pronóstico es reservado.

Díaz sigue prófugo y es buscado por la policía, aunque se presume que podría haber escapado a su país.

El director del hospital Héroes de Malvinas del partido bonaerense de Merlo (cercano a la capital argentina), Fabián Muzzopappa, afirmó ante las cámaras del canal TN que el bebé nació con 2,600 kilos y “unas 34 o 35 semanas de gestación”, pero que “gracias a Dios está en muy buen estado de salud”.

El hecho se suma a la larga lista de femicidios que sigue acrecentando el reclamo del movimiento “Ni una menos”, surgido en 2015 frente a una serie de crímenes aberrantes contra mujeres, al tiempo que no ha logrado detener la violencia de género, aunque sí parece haber conseguido empujar a las víctimas a pedir ayuda.

Un registro de la Corte Suprema de Justicia indica que en 2016 hubo 254 femicidios, 19 más que el año anterior.

Datos relevados por la organización no gubernamental Mujeres de la Matria Latinoamericana (Mumalá) indican que entre enero y abril de 2017 la ola de femicidios creció a un promedio de uno cada 25 horas.

Según cifras del Consejo Nacional de las Mujeres, aumentó en 55% la cantidad de mujeres que llamaron por primera vez a la línea telefónica gratuita para pedir asistencia.