El fiscal Ignacio Mahiques solicitó cadena perpetua (la pena máxima) para Lucas Azcona, quien es el primer acusado de femicidio por odio de género en Argentina, por el asesinato de la estudiante chilena Nicole Sessarego.

Según consigna La Nación de Argentina, Mahiques sostuvo que Azcona apuñaló en 11 ocasiones a la joven chilena, hiriéndola en el cuello, la cara, tórax y el brazo izquierdo por el simple hecho de ser mujer.

“Vio salir a Nicole de la estación de subterráneo, la siguió sigilosamente a sus espaldas y sin que se diera cuenta durante casi tres cuadras, esperó a que estuvieran en un lugar con menos luz artificial, sin terceros y con escasísimas posibilidades de escape, y allí, sin que mediara palabra alguna, al tenerla de frente, le aplicó las 11 puñaladas“, sostuvo el fiscal durante los alegatos.

Mahiques argumentó que Azcona planificó el ataque contra Sessarego para no ser descubierto y que además la víctima no pudiera defenderse, agregando que el hombre esperó a que estuvieran en un lugar con escasa iluminación.

El fiscal indicó que la alevosía para cometer el asesinato se debe a los problemas que tiene el acusado con el género femenino, lo que habría sido confirmado en los peritajes realizados durante la investigación.

Se siente amenazado por la figura femenina y tiene una necesidad de dominio sobre ella, de modo que esa amenaza debía ser neutralizada en un contexto donde el agresor no corriera riesgos, a punto tal que actuaba acechando a las víctimas hasta elegir y asegurarse el momento preciso en que ellas no se pudieran defender”, indicó.

En el juicio por la muerte de Sessarego, asesinada en julio de 2014 en Buenos Aires, se ha podido establecer que Azcona operaba como un “cazador nocturno” que iba por víctimas femeninas a las que atacaba violentamente y en algunos casos violaba.

Finalmente, la decisión estará en manos de los jueces Adrián Martín, Hugo Decaria y Patricia Llerena, quienes serán parte de un momento histórico para la justicia argentina, pues serán los primeros magistrados en dirimir un caso de crimen por odio de género.