Una comisión del Parlamento venezolano viajó a Washington para presionar por la aplicación de sanciones diplomáticas al gobierno del presidente Nicolás Maduro, asunto que será debatido en una sesión especial de la OEA.

Encabezada por el diputado Henry Ramos Allup, presidente de la Asamblea de mayoría opositora, la delegación buscará que el Consejo Permanente de la OEA aplique la Carta Democrática Interamericana sobre Venezuela, según un comunicado del Legislativo fechado este miércoles.

Dicho mecanismo prevé sanciones en caso de una ruptura constitucional.

Ramos Allup partió el martes en compañía de cinco asambleístas, entre ellos el titular de la Comisión de Política Exterior, Luis Florido.

El presidente del Parlamento anunció en los últimos días que gestionaría un derecho de palabra ante el Consejo Permanente, pero la Organización de Estados Americanos (OEA) no confirmó aún esa posibilidad.

En Venezuela “se ha roto el hilo constitucional por parte del gobierno de Nicolás Maduro y no existen avances de diálogo, lo que amerita con urgencia que la OEA actúe ante la crisis institucional y humanitaria”, señaló Florido, citado en el boletín.

Durante la sesión de este jueves, el secretario general de la OEA, Luis Almagro, presentará un informe sobre la crisis política y de derechos humanos en Venezuela ante los embajadores de los 34 países miembro, que conforman el Consejo Permanente.

Si al menos 18 naciones votan a favor, la OEA podría tomar medidas diplomáticas para estabilizar la situación en Venezuela. De resultar infructuosas esas gestiones, el país petrolero pudiera incluso ser suspendido del organismo.