“Se busca novio… para mi mujer” destaca entre los estrenos de la semana junto a la también chilena “Blanca Oscuridad” y la cinta estadounidense “Huye”.

La comedia romántica chilena dirigida por Diego Rougier destaca entre los estrenos de esta semana, cinta en la que la emblemática y exitosa pareja de “Casados y con hijos”, formada por Javiera Contador y Fernando Larraín, dupla de actores que trabajó el 2015 con Rougier en la comedia “Alma”.

El 4 de mayo se estrenó esta tercera película del director, una nueva comedia romántica basada en un guión argentino. Situada en Santiago, el filme cuenta la historia de Daniel (Fernando Larraín), quien ya no soporta a su esposa Natalia (Javiera Contador), quien es temperamental y siempre se está quejando. Como Daniel no se atreve a pedirle el divorcio, decide contratar a “El Puma” (Daniel Muñoz), quien es conocido por ser el galán del barrio, para que él seduzca a su mujer y así Natalia decida separarse.

La película de 99 minutos de duración, cuenta además con las actuaciones de los conocidos Fernando Godoy, Dyana Amigo y Carmen Gloria Bresky. Es una bien lograda comedía sobre la difícil relación de parejas, en que los protagonistas están muy bien y se entienden a la perfección.

En los estrenos de la semana que también vale la pena ver figura “Huye” (“Get Out”), donde horrores de toda índole serán detonados por la intolerancia racial, donde el novio es negro y la novia blanca.

Cinta de Jordan Peel que tuvo un coste de producción de $4.5 millones y dos meses después de su estreno ya ha recaudado $193 millones en la taquilla mundial.

No sabe lo que le espera. Chris es negro, tiene novia y está a punto de conocer a su “adorable” y adinerada familia blanca.

Con un Chris nervioso por el acontecimiento se inicia Huye (Get Out, 2017), un filme que se estrenó este fin de semana y que ya ha sorprendido al mundo. Es de terror y de muy bajo presupuesto, pero eso no le ha impedido hacerse del favor de la crítica y del gusto de los fanáticos.

Se trata de “un thriller gloriosamente retorcido”, dice Variety, y “una crítica social fantástica”, agrega The Hollywood Reporter.

Por último, mencionemos a otra película chilena “Blanca Oscuridad”, documental que cuenta con la dirección de Juan Elgueta, en que analiza desde un punto de vista más sensible, la “tragedia de Antuco”.

Este lamentable suceso, acaecido el 2055, le costó la vida a 45 militares, la mayor parte de ellos jóvenes que hacían su Servicio Militar en la alta montaña y que murieron a causa de la hipotermia y por portar ropa de ejército inadecuada.

El filme se completa con interesantes entrevistas y testimonios de familiares y miembros del Ejército

Blanca Oscuridad forma parte de los estrenos del programa Miradoc. Recorrerá el circuito de salas –desplegadas en todo el país- a partir del 4 de mayo.

Miradoc es financiado por el Programa de Intermediación Cultural, Convocatoria 2016; y el Fondo de Fomento Audiovisual, Convocatoria 2016; del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes.

Una tragedia que se no debe olvidar

La tragedia de Antuco es uno de los episodios más recordados por la memoria colectiva chilena reciente. Ocurrida el 18 de mayo de 2005, difícilmente se borrará de la memoria de un país que durante ese fin de semana largo, siguió a través de los medios lo que parecía la crónica una muerte anunciada. Confirmada la muerte de los 44 jóvenes conscriptos y un sargento se decretaron tres días duelo nacional, que conmovieron al país entero.

El origen de Blanca Oscuridad se remonta a la ópera “Viento Blanco”, de Sebastián Errázuriz. “Mis amigos Felipe y Rodrigo Ossandón me pidieron realizar un documental sobre la composición, escritura y puesta en escena de la ópera. Esta fue realizada para la conmemoración de los 150 años del Teatro Municipal de Santiago y relataba la historia de la tragedia de Antuco”, cuenta Elgueta. “Fue trabajando en ese documental, ‘Huellas en la Nieve’, que me fui sumergiendo en la historia de esta tragedia y me fui dando cuenta que ya habían pasado 5 años. Aparte de las noticias y uno que otro programa de TV, nadie había producido un documental que abordara esta historia desde una perspectiva más profunda y menos mediática, que lograra impedir que se olvidara rápidamente, como el Estado así pretendía”.

El director agrega que las historias que algunos de los sobrevivientes “me contaban de su experiencia post tragedia me hicieron recordar la mía tras un accidente automovilístico que tuve a mis 21 años y que casi me cuesta la vida”, confiesa. “Poco a poco me empecé a sentir de alguna manera conectado con sus vivencias, lo que le dio mayor sentido a mi necesidad de meterme en este proyecto”.

“En el fondo, Blanca Oscuridad habla sobre jóvenes que, para hacer reales sus sueños o simplemente huir del letargo de la pobreza, concentran sus vidas en la carrera militar, una existencia alternativa con el fin de cambiar sus destinos que parecen irreversibles”, indica el director.

El proceso de rodaje duró 5 años

El proceso de investigación se realizó en Los Ángeles con el contacto de las familias de reclutas fallecidos y sobrevivientes.

“Íbamos a marchas, conmemoraciones y velatones, en las cuales tanto las familias de fallecidos como sobrevivientes buscaban tener respuestas de lo sucedido, agruparse, como también buscar indemnización, tratamientos sicológicos o simplemente una empatía por parte del estado de Chile”, agrega el realizador. “Y en estos eventos era donde conocimos a nuestros personajes y a quienes nos ayudaron en la investigación”.

Para el director era importante hacer un documental que no tuviera como misión buscar culpables, dar datos judiciales y enfocarse en el melodrama, sino que desarrollar una perspectiva más filosófica de la condición humana. “Buscábamos una reflexión en nuestra sociedad sobre la manera en que hoy en día lidiamos con este tipo de eventos y que, en mi opinión, debido al mundo en el que vivimos, siempre impera el ‘tenemos que seguir adelante’, ‘sin detenerse’, ‘no parar’. Lo que no nos da cabida a tener, aunque sea por un momento, la posibilidad de vivir el dolor sin presiones y sin culpas”.