Una joven chilena permanece detenida desde hace más de un mes en Corea del Sur, tras haber perdido sus documentos. Sus padres pidieron ayuda al Gobierno para lograr que vuelva a nuestro país.

Se trata de Francisca Abarca, de 19 años, joven que vivía con sus padres en la comuna de Pinto, región del Bío Bío, hasta diciembre de 2014.

En esa fecha fue cuando decidió viajar a Seúl, capital de Corea del Sur, junto a una amiga que conoció por medio de la red social Facebook, según declararon los padres al diario La Discusión.

Ambas viajaron con la idea de trabajar promocionando en Sudamérica el K-Pop, estilo musical surcoreano del que son fanáticas, ya que supuestamente a la amiga de Abarca le estaba ofreciendo contratarla en Corea del Sur con esta finalidad.

Ambas debían estar contratadas desde enero, por lo que organizaron eventos y reunieron el dinero para costear el viaje. No obstante, una vez llegaron al país asiático, Francisca le dijo a su padres que el negocio no funcionó porque se enojaron con la persona que las contactó, y no obtuvieron el trabajo.

Durante todos estos meses, los padres sólo tuvieron contacto con la joven por medio de redes sociales, pero os mensajes cesaron desde hace dos meses.

En tanto, desde hace alrededor de un mes, Francisca habría sido detenida tras mantener una discusión con un taxista, a quien no le quiso pagar porque reclamaba que le estaba cobrando de más.

Luego de que la denuncia por el altercado del taxi llegó a la Policía surcoreana, éstos corroboraron que la chilena no tenía documentos de identificación, los cuales había perdido, y la retuvieron.

Cecilia Urzúa, madre de la joven, indicó a La Discusión que se contactaron con el cónsul de nuestro país en Seúl y con la Policía de Investigaciones, pero que no han podido liberar a Francisca.

“Lo único que me dijo la PDI que yo podía hacer, es que no le perdiera el rastro y que ella no se metiera en problemas”, expresó.

En ese sentido, Carlos Abarca, papá de la joven, manifestó que “lo que esperamos es que el Gobierno nos pueda ayudar. Esperamos simplemente que nuestra hija pueda volver. Nosotros nos vinimos desde Santiago y ella nunca quiso estar acá, era algo que siempre lo recriminaba por lo que pensamos que fue un acto de rebeldía por parte de ella”.

Ambos padres temen que el caso se trata de una trata de blancas, y sospechan que tras esto hay terceras personas que se aprovechan de las jóvenes que gustan del K-Pop. No obstante, aún no tienen más antecedentes al respecto.