El controvertido genetista estadounidense James Watson, tras haber subastado su medalla de premio Nóbel por 4,75 millones de dólares, podrá recuperar su recompensa, que le fue devuelta por el comprador, el hombre más rico de Rusia, Alisher Usmanov.

“El comprador (…) Alisher Usmanov compró la medalla para devolvérsela a su dueño” anunció el miércoles en un comunicado USM, el holding de este magnate de la metalurgia y de internet, cuya fortuna es estimada por la revista Forbes en 18.600 millones de dólares.

“Así, de conformidad con su proyecto original, el profesor Watson podrá dar el producto de su venta a institutos de investigación”, se añade en el texto.

James Watson, genetista y bioquímico, hoy de 86 años, obtuvo el Nóbel de medicina o fisiología en 1962 tras haber codescubierto en 1953 la estructura en doble hélice del ADN, uno de los mayores descubrimientos científicos de la historia de la humanidad.

En 2007, fue muy criticado por declaraciones al Sunday Times en las que daba a entender que los africanos eran menos inteligentes que los occidentales, y tuvo que dimitir de sus funciones de presidente del Cold Spring Harbor Laboratory (CHSL) de Long Island, cerca de Nueva York.

Su medalla Nobel, en oro de 23 quilates, de 6,6 cm de diámetro representando el perfil izquierdo de Alfred Nobel, era según Christie’s la primera jamás vendida en una subasta en vida del laureado. Fue adquirida el 4 de diciembre en algunos minutos, y el nombre del comprador permaneció en secreto hasta el anuncio de Usmanov.

James Watson confesó al Financial Times que vendía su medalla porque necesitaba dinero tras haber sido excluido de varias sociedades. Pero el New York Times afirmó que el genetista buscaba con esta venta una especie de rehabilitación.

El multimillonario y filántropo ruso de 61 años aseguró por su lado que quería rendir homenaje a las investigaciones del científico y apoyar a la ciencia.

“Sus investigaciones han contribuido a la lucha contra el cáncer, enfermedad de la que murió mi padre. Es importante para mí que el dinero que he gastado en esta medalla beneficie a la investigación científica, y que la medalla permanezca con quien la ha merecido tanto”, afirmó Usmanov.