Un 3 de septiembre de 1989, en Brasil, la selección nacional se medía con el dueño de casa por las clasificatorias para Italia 1990. Pero una bengala aterrizó en el campo de juego. La víctima, un “cóndor” que sobrevolando la cancha del Maracaná cayó producto de un corte “supuestamente” ocasionado por el proyectil de fogueo.

En menos de 90 minutos la historia del combinado nacional cambió rotundamente, ya que como todos sabemos, el accidente del portero nacional fue un gran engaño y Chile quedó en total vergüenza.

El tiempo pasó y el 2014 llegaba con esperanzas para una madura selección chilena. Al frente estaba a Brasil, un nuevo mundial. Y no sólo eso, había que vencer a un campeón del mundo, España.

Chile ansiaba el triunfo, además de reescribir la historia, porque el Maracaná los recibía una vez más. Una nueva oportunidad para limpiar y sanear la categoría del fútbol nacional.

Y “La Roja” lo hizo, cumplió a lo grande frente a todos los pronósticos, con un 2-0 categórico frente a los españoles, los de Sampaoli sepultaron la historia y bautizaron su hazaña con un nuevo “Macaranazo”.

Alexis, Vidal, Medel y compañía lograron matar a su bestia negra. La vergüenza de hace 24 años se olvida, la selección cumple, y se proyecta para grandes cosas.