El director austriaco Roberto Paternostro, de reconocida y brillante carrera musical, debutó en Chile con una magnífica y elogiada conducción del octavo concierto de la Temporada Oficial de la Orquesta Sinfónica de Chile, en una gala dedicada al Rector saliente de la Universidad de Chile, Víctor Pérez, quien se despidió de la comunidad universitaria y, al mismo tiempo, dio el paso al nuevo rector, el doctor Ennio Vivaldi.

Con una agenda incesante, Roberto Paternostro, mantiene su residencia en Viena, donde nació y realizó sus estudios musicales. Entre 1978 y 1984 fue asistente del gran director Herbert von Karajan en Berlín.

El director orquestal ha desarrollado una brillante carrera, abarcando tanto el ámbito sinfónico como lírico, siendo habitualmente requerido por las más importantes orquestas y teatros del mundo. Antes de viajar a Chile condujo el estreno de la ópera “Manon Lescaut”, de Puccini el 25 de mayo en el Teatro “Giuseppe Verdi” de Salerno, Italia.

Luego de cumplir sus compromisos en nuestro país dirigirá las óperas “Falstaff” de Verdi y “Elektra” de Richard Strauss en el Teatro Colón de Buenos Aires. Luego dirigirá “La Flauta Mágica” de Mozart en Tokio, “Cosi fan Tutte” en Varsovia, conciertos en Berlín, Toronto, grabación de un CD en Dresden, entre otras cosas.

La velada del pasado sábado 14 en el Teatro de la Universidad de Chile, denominada “Aniversario Bruckner”, rindió homenaje al importante compositor austriaco Josef Anton Bruckner, gran representante del post romanticismo decimonónico. (1824-1896), de quien se ofreció una maciza y estupenda presentación de su Sinfonía número 6 en La Mayor, una obra completísima y con diferentes ritmos en sus cuatro movimientos y una duración cercana a la hora.

La Sinfónica de Chile lució en todos los aspectos, muy especialmente en los movimientos más rápidos y vibrantes de la obra, con especial labor de bronces y percusión y varios “tutis”, de plena unidad orquestal.

“Amo a Bruckner, he interpretado y grabado todas sus sinfonías y la sexta es maravillosa. Es una lástima que no se toque más a menudo”, reiteró Paternostro sobre esta obra, considerada como un ejemplo del fascinante lenguaje melódico y armónico del autor.

Bruckner consideró a su sexta sinfonía como “la más audaz” y fue la única que no revisó a diferencia de las otras que compuso. La escribió en una excelente etapa de su carrera, cuando su labor era tan valorada que se le estimaba como el nuevo Schubert. En el estreno en 1883, solamente fueron interpretados el segundo y tercer movimiento. Posteriormente fue Gustav Mahler quien la dirigió completa en febrero de 1899 en Viena.

El programa contempló además, la ejecución del Concierto para violín Nº 2 del compositor polaco Henryk Wieniawski (1835-1880), con el solista Marcelo González, integrante del grupo de cuerdas de la Sinfónica, quien fue muy aplaudido por la solidez, gran dominio técnico y digitación perfecta que exhibió, y que lo llevó a un “encore” como despedida.

El Concierto N° 2 en Re menor, Op. 22 de Henryk Wieniawski fue estrenado el 27 de noviembre 1862, en San Petersburgo con el compositor – quien fue un virtuoso violinista – como solista y Anton Rubinstein en el podio. La obra fue publicada en 1879 y dedicada a su gran amigo Pablo de Sarasate.

Marcelo González es solista de los segundos violines de la Orquesta Sinfónica de Chile. Comenzó sus estudios de violín a los 5 años de edad en la Universidad Católica, con el profesor Fernando Ansaldi, los que continuó con Sergio Prieto. A los 9 años ganó el Concurso Claudio Arrau en la categoría infantil.

En 1991 ganó el Concurso de Jóvenes Solistas y a los 18 años obtuvo la beca Amigos del Teatro Municipal que le permitió continuar sus estudios en el Peabody Institute of Music de la Universidad de John Hopkins, en Estados Unidos. De regreso al país, se coronó como ganador del concurso de solistas de los violines segundos de la Orquesta Sinfónica de Chile, con la que ha actuado como solista en varias oportunidades, interpretando obras de Saint-Saëns, Mendelssohn, Sibelius y Glazunov.