La oposición venezolana en conjunto declinó este miércoles asistir a un diálogo nacional convocado por el presidente Nicolás Maduro tras semanas de protestas que dejaron 14 muertos, además de calificar la iniciativa del gobierno como “un simulacro” que puede terminar en “una burla a nuestros compatriotas”.

El Secretario ejecutivo de la variopinta alianza opositora Mesa de Unidad Democrática (MUD), Ramón Aveledo, señaló “no nos prestamos para un simulacro de diálogo que desemboque en una burla a nuestros compatriotas”, en una carta enviada al vicepresidente Jorge Arreaza.

“La convivencia está seriamente alterada por hechos conocidos (…) y que fundamentalmente están en el ámbito de responsabilidad del Gobierno”, señaló en la carta, que acusó además a la “represión desmedida con participación en ella de civiles armados convocados por la autoridad”.

Venezuela, el país con las mayores reservas petroleras mundiales, es escenario desde el 4 de febrero de protestas iniciadas por estudiantes del occidente y luego, extendidas al resto del país con el copatrocinio de los sectores opositores radicalizados.

Más temprano, el principal líder opositor, Henrique Capriles, derrotado por Maduro por estrecho margen en la elección presidencial de abril de 2013, había anunciado que él no asistiría a un diálogo que, ante la inminencia del carnaval, calificó como “una comparsa”.

Maduro, heredero político de Hugo Chávez, había convocado el lunes a un diálogo nacional. Hasta ahora anunciaron su participación el episcopado y la gremial empresaria Fedecámaras, habitualmente denostada por el gobierno.