Jacqueline van Rysselberghe, negó cualquier tipo de presión al Senda u organismos vinculados, a raíz del alcotest tomado a su hija el 19 de septiembre pasado. Esto luego de la denuncia de una funcionaria presuntamente despedida por un llamado superior que habría hecho la ex Intendenta. La candidata senatorial, incluso acusó de vuelta una maniobra de su contrincante Alejandro Navarro.

Mayor claridad para Jacqueline van Rysselberghe significó la investigación solicitada por el Movimiento Amplio Social (MAS), a la Contraloría, para transparentar el porqué del despido de una funcionaria ligada a las ambulancias San Andrés.

La mujer denunció que su desvinculación estaba relacionada con presiones que le hicieron ver al momento de comunicarle su despido, supuestamente por haber tomado el alcotest a la hija de la ex Intendenta.

Luego de la medida adoptada por el MAS, partido al que pertenece el contrincante de Van Rysselberghe, Alejandro Navarro, la candidata senatorial costa de la UDI calificó la acusación como piezas que cuadran. Así también negó haber ejercido influencia alguna.

El despido de la paramédico Fresia Mardones, vinculada a las ambulancias San Andrés, está en investigación, tras la denuncia de ésta que califica su alejamiento obligado del cargo como injustificado, y coincide con el procedimiento en el que participó de la toma de alcotest a la hija de van Rysselberghe el 19 de septiembre pasado, que conducía en estado de ebriedad.