La Federación Griega de Fútbol decidió este viernes suspender por cinco partidos de la liga nacional a Giorgis Katidis, el centrocampista del AEK Atenas que el pasado mes hizo un saludo nazi.

El jugador, de 20 años, había mostrado después su arrepentimiento, pero tendrá que pagar además una multa de 1.000 euros. Es la sanción más leve de las posibles, después de la gran polémica generada.

En la práctica, la sanción de la Federación Griega es simbólica, ya que el AEK ya había decidido suspenderle hasta el final de la temporada.

Al día siguiente de su controvertido gesto, la Federación había excluido de por vida a Katidis de la selección nacional.

“El gesto del jugador ante los espectadores con un saludo nazi desafía todo buen sentido, es profundamente irrespetuoso con todas las víctimas de las atrocidades del nazismo y daña el carácter pacífico y humano del fútbol. La Federación Griega de Fútbol condena sin equívocos y de manera categórica tales comportamientos”, había afirmado entonces la Federación, reunida en una asamblea extraordinaria.

Katidis, que ha jugado con Grecia en categoría Sub-19, sonaba como una de las promesas para el equipo absoluto.