La ministra de Interior de Italia Annamaria Cancellieri pidió este lunes, en una entrevista con Radio 24, “ser más incisivos” en las medidas contra aquellos que gritan insultos racistas a los futbolistas.

La ministra hizo estas declaraciones después de la polémica surgida por el gesto de Kevin-Prince Boateng, jugador alemán de origen ghanés del Milan, que se fue del campo el pasado jueves en un partido amistoso debido a los gritos racistas por parte de un grupo de personas que había en el estadio.

Fue seguido por sus compañeros del Milan y el partido, ante el Pro Patria, de cuarta categoría, finalizó en el minuto 26.

“Fue un buen gesto. Pero hay que llevar a cabo una estrategia más amplia”, declaró Cancellieri añadiendo que no se puede poner en manos de “una minoría de racistas” la potestad de terminar con los partidos de forma anticipada.

“Este episodio (la salida de del campo de los jugadores del Milan) llamó la atención sobre un fenómeno desgraciadamente generalizado y tenemos que ser más serios para acabar con él”, añadió la ministra.

Tanto la FIFA como la UEFA han advertido a los jugadores de que no se deben ir del campo en señal de protesta cuando se produzcan episodios de este tipo.

El presidente de la FIFA, el suizo Joseph Blatter, se posicionó el domingo en contra de la retirada de los partidos. “No creo que uno deba abandonar (la cancha). Este tema es muy delicado, pero repito que que hay tolerancia cero al racismo en los estadios. Luchamos contra esto”, señaló.

La ministra italiana compartió la opinión de Blatter y declaró que no cree que un partido deba ser suspendido “por los gritos de un pequeño grupo”.

“Sin embargo, si el fenómeno está más extendido, el juego debe ser detenido por los responsables de mantener el orden público”, agregó Cancellieri.